El coronavirus acentúa la crisis política y social en Bolivia
Las elecciones están programados para el 18 de octubre pero la decisión de la presidenta interina ha provocado un estallido social
Han pasado más de ocho meses desde que la crisis política estalló en Bolivia y Evo Morales renunció a su cargo, pero las tensiones sociales y políticas no han cesado en el país andino, que todavía no ha celebrado elecciones desde que Jeanine Añez asumiera el cargo como presidenta interina.
Ahora, la pandemia de coronavirus ha acentuado las dificultades sociales, ya que el gobierno interino de Jeanine Áñez ha retrasado en dos ocasiones las elecciones presidenciales por la pandemia de coronavirus. Así, las elecciones están programadas para el próximo 18 de octubre, pero la decisión de la presidenta interina ha provocado un nuevo estallido social.
Desde hace unas semanas, y a pesar de las recomendaciones del gobierno de no salir de casa si no estrictamente necesario, las protestas sociales han aumentado en las calles y el domingo se cumplieron siete días seguidos de bloqueo de carreteras. Si bien el domingo la presidenta interina Añez trató de dialogar con la oposición para encontrar una salida a la situación, el intento de diálogo fue un fracaso ya que los principales líderes políticos y sindicales no acudieron.
En los últimos días, los sindicatos afines al exiliado expresidente Evo Morales han cortado las principales carreteras del país para mostrar su rechazo a la decisión de Añez, a quien acusan de golpista y de obstruir el sistema electoral.
Morales, exiliado en Buenos Aires, ha apoyado las protestas, pero el domingo anunció en Twitter que los sindicatos y ciudadanos que se están movilizando deben "reflexionar y decidir sobre la propuesta de un documento para salir de la crisis que fue negociado entre el Tribunal Superior Electoral, las organizaciones sociales y Naciones Unidas, como garante, para fijar una fecha de elecciones definitiva, inamovible y blindada por ley".
Falta de oxígeno en los hospitales
El Ministerio de Salud informó que los cortes en las carreteras provocaron que 31 personas fallecieran la semana pasada por falta de oxígeno en hospitales para pacientes de COVID-19 y con otras patologías, y en un comunicado del domingo, denunció que los manifestantes habían interceptado tres camiones que transportaban oxígeno a la ciudad de Cochabamba, en el centro del país.
Si bien Áñez explicó que el gobierno estaba trasladando oxígeno medicinal a las principales ciudades mediante vuelos, también explicó que "no es una solución" sostenible, y pidió a los manifestantes que pusieran fin a esta situación.
Pero por su parte, Evo Morales y sus seguidores aseguran que la culpa de la falta de oxígeno no es suya, sino del gobierno de Añez, que no ha sabido controlar la crisis provocada por el coronavirus. "Antes tampoco había oxígeno. Ahora nos acusan de que no llega por los bloqueos, pero la verdad es que el gobierno golpista no nos hacía llegar ni una aspirina", afirmó Juana Quispe, diputada del MAS, el partido de Evo Morales.
Mientras las disputas continúan, en las últimas semanas el coronavirus ha impactado brutalmente al país andino, que ya ha adelantado a China en número de contagios, registrando hasta el lunes 89.999 positivos y 3.640 fallecidos. Desde los hospitales denuncian están a su máxima ocupación y el director nacional de Epidemiología, Virgilio Prieto, alertó de que las manifestaciones son"focos de contagio".
"Esperamos que hasta el lunes se puedan levantar los cortes de ruta, de lo contrario, tendemos que aplicar la ley", aseguró el domingo el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, tras la reunión fallida convocada por Jeanine Añez.
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