Los dos bandos rivales de Libia anuncian un alto el fuego
Desde 2014 hay una duplicidad internacional en el país. Tras las elecciones parlamentarias de ese año, las administraciones se dividieron y, a pesar del reconocimiento internacional de las fuerzas del este, ambos bandos no han conseguido unificarse todavía
Tras nueve años de guerra civil y un año de guerra muy intensa, las dos facciones enfrentadas en Libia anunciaron el viernes un alto el fuego inmediato y el cese de todas las hostilidades con las autoridades que controlan el este del país.
El primero en hacerlo fue el primer ministro, Fayez Sarraj, reconocido por la ONU. Sarraj señaló en un comunicado que el "objetivo final" de la medida es "la restauración de la soberanía plena sobre el territorio libio y la expulsión de las fuerzas y mercenarios extranjeros". Además, anunció que el próximo marzo el país celebrará elecciones parlamentarias y presidenciales y explicó que espera que la ciudad de Sirte y el distrito de Al Jufra, bajo control de las fuerzas de Haftar, se desmilitaricen mientras las dos partes llegan a acuerdos en materia de seguridad.
"Hemos dado instrucciones a todas las fuerzas militares de parar cualquier actividad de combate en todo el territorio libio. Nuestro objetivo es conseguir la plena soberanía de Libia y la marcha de las fuerzas extranjeras y mercenarios", anunció Sarraj.
El primer ministro apostó por la reanudación de la producción y exportación de petróleo a través de la empresa estatal National Oil Corporation (NOC), con sede en Trípoli, y por que los ingresos vayan a una cuenta especial en el banco central para que posteriormente puedan distribuirse de forma adecuada una vez haya un acuerdo político.
Poco después, el presidente de la Cámara de Representantes (el parlamento que tiene su sede en el este y que es aliado de Jalifa Haftar), Aguila Saleh, anunció una medida recíproca. "El alto el fuego cierra el camino para cualquier intervención militar y debe conducir a la expulsión de todos los mercenarios y la disolución de todas las milicias para restablecer la soberanía nacional en su plenitud", explicó Saleh.
La representante en funciones del secretario general de la ONU, Stephanie Williams, celebró el anuncio y lo tildó como la demostración "de la valentía que Libia necesita urgentemente durante estos momentos difíciles". Williams también pidió el "rápido" cumplimiento del alto el fuego decretado por ambas partes y la reanudación de la producción y exportación de crudo, ya que "privar a los libios de su riqueza petrolera es un signo de una inaceptable obstinación por parte de los actores locales e internacionales implicados".
Intereses de las potencias
El conflicto libio comenzó en octubre de 2011, con la caída de Muamar Gadafi. Pero la situación se recrudeció en 2019, cuando las fuerzas de Haftar lanzaron una ofensiva y trataron de hacerse con Trípoli, la sede del Gobierno reconocido por la ONU.
Desde 2014 hay una duplicidad internacional en el país. Tras las elecciones parlamentarias de ese año, las administraciones se dividieron y, a pesar del reconocimiento internacional de las fuerzas del este, ambos bandos no han conseguido unificarse todavía.
Desde entonces varias potencias internacionales, en su búsqueda por ampliar su influencia en el Mediterráneo, han apoyado a un bando o a otro.
Este año, la intervención militar turca permitió a las fuerzas de Sarrej -que además del apoyo de Turquía tiene el de Italia y Qatar- romper el cerco que Haftar había impuesto sobre la capital y llegar al centro de la costa. Ahora, las fuerzas de están a las puertas de la histórica región de Cirenaica, bastión de Haftar.
Por su parte, Haftar tiene el respaldo de Francia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Rusia.
Respuesta internacional
Tras el anuncio, una fuente del Ministerio de Exteriores de Rusia aplaudió la tregua y llamó a "comenzar el proceso político" para pacificar el país. "Siempre saludamos este tipo de declaraciones (…) Siempre proponemos un armisticio inmediato". Moscú pidió también que la Comisión Militar Conjunta, junto a la ONU, revise el alto el fuego.
Por otro lado, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, celebró también la tregua y anunció que es "un paso importante para alcanzar una solución política y las aspiraciones del pueblo libio sobre la restauración de la estabilidad y la paz".
Asimismo, Italia y Alemania se pronunciaron positivamente sobre el alto el fuego. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo en Twitter que la tregua "representa un paso importante para el reinicio de un proceso político que favorezca la estabilidad del país y el bienestar de la población". Y el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, pidió seguir avanzando hacia una solución. "Las declaraciones (de Sarraj y Salé) suponen una base sólida para un alto el fuego duradero", afirmó.
Escribe tu comentario