La biodiversidad del Mediterráneo está amenazada por el aumento del ozono
Los resultados se han obtenido después de revisar "los artículos más relevantes de estos ámbitos" y que se han complementado con experimentos reales.
Un estudio, publicado este mes de agosto en 'Science Advances', ha augurado que la biodiversidad en la cuenca del Mediterráneo, Japón y África ecuatorial estará amenazada por el aumento del ozono.
El trabajo, elaborado por la Nanjing University of Information Science & Technology (NUIST), con la participación de investigadores de todo el mundo, entre los que se encuentra el profesor, Josep Peñuelas del CSIC en el CREAF, también ha apuntado otras zonas afectadas como la costa de la India, el Himalaya y las islas del océano Atlántico del hemisferio norte, ha indicado el CREAF este lunes en un comunicado.
Los resultados se han obtenido después de revisar "los artículos más relevantes de estos ámbitos" y que se han complementado con experimentos reales.
En el estudio se ha sometido a organismos vivos a diferentes concentraciones del gas y ha demostrado cambios en las plantas como en el de su valor nutricional, que por extensión ha afectado a los insectos; además, hay otras plantas que no han sobrevivido.
La investigación ha demostrado, más allá de modificar plantas y microorganismos, que genera "confusión" entre los insectos que buscan plantas polinizadoras y de esta manera, baja su éxito reproductivo, así como que permite que los vegetales estén expuestos a ataques.
Peñuelas ha subrayado que el ozono es un gas oxidante "capaz de provocar cambios en la abundancia y diversidad de algunos insectos y plantas, transformar toda una comunidad y hacerlo solo mediante reacciones químicas, de forma silenciosa e invisible".
El estudio también ha puesto el foco en las alteraciones a nivel molecular, ya que "cambia la expresión de los genes microbianos que participan en el ciclo del carbono, o disminuye la capacidad de fijar nitrógeno en cultivos" como el de plantas leguminosas.
El trabajo ha recalcado que se ha analizado el ozono troposférico --diferente al de la estratosfera, que forma parte de la capa de ozono--, que es el que está situado en la baja atmosfera y que está considerado un contaminante secundario ya que se produce a partir de gases precursores como los óxidos de nitrógeno, producto de la quema de combustible, entre otros.
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