El Síndic de Greuges pide que el Parlament investigue el abuso sexual infantil por parte de la Iglesia católica

 

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha pedido este viernes al Parlament que cree una comisión de investigación sobre abusos sexuales a menores cometidos por miembros de la Iglesia católica para "analizar estos casos, permitir la reparación y una justicia restaurativa, y que participen todas las instituciones y víctimas".

Esta es una de las siete recomendaciones que recoge el informe 'La prevención y reparación de los abusos sexuales infantiles por representantes de la Iglesia católica', que el Síndic ha entregado este viernes al Parlament.

También destaca la necesidad del reconocimiento y la responsabilidad sobre los hechos: "No vale decir que la persona ya ha desaparecido o ya no es miembro de la iglesia", ha criticado.

Ribó ha recalcado la importancia de reparar el daño a las víctimas, independientemente de si los abusos han prescrito no, y ha criticado que "la jerarquía eclesiástica española y catalana no asume" esta voluntad de reparación.

En este sentido, ha detallado que la mayoría de las víctimas no han reclamado una indemnización económica, sino en general una disculpa o peticiones más concretas como no hacer más actos de homenaje al abusador.

RESPONSABILIDAD DE LA GENERALITAT

El informe también recoge la necesidad de que las instituciones públicas se responsabilicen de abusos ocurridos en la Iglesia, especialmente en escuelas, ante lo que Ribó ha criticado: "Se ha intentado desviar la atención diciendo que eran escuelas no directamente públicas. La Administración debe garantizar la protección de los derechos de la infancia en todos los ámbitos, públicos y privados".

El estudio señala que la mayoría de abusos sexuales infantiles denunciados hasta ahora ocurrieron en las décadas de 1960 y 1970, y las víctimas son en general hombres que, en el momento de la agresión, tenían entre cinco y 17 años.

Sobre el perfil de los abusadores, solía ser alguien muy cercano al menor y su familia, y los autores del informe sostienen que las agresiones "son producto de una estructura y una organización que favorecen la oportunidad de cometerlos, y no fruto de casos aislados".