Barcelona impulsa un plan de choque de economía cooperativa, social y solidaria

 

El Gobierno de Ada Colau ha puesto en marcha un plan de choque transversal para impulsar la economía cooperativa, social y solidaria con el objetivo de promover este modelo y generar empleo estable para luchar contra las desigualdades. Así lo ha comunicado el primer teniente alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello.

Ha detallado en rueda de prensa que el plan, con un presupuesto de alrededor de 600.000 euros, prevé impulsar cinco proyectos piloto en los barrios de la Barceloneta --con la iniciativa Barceloneta Proa Mar--, Poble-sec --Economia Solidària Poble-sec--, Sants --Impuls Cooperatiu Sants--, Porta --Mercat Importa-- y Poblenou --Eix Pere IV--.

Acompañado por el comisionado de Economía Social y Cooperativa y Consumo, Jordi Via, Pisarello ha resaltado que las experiencias piloto se han promovido en los distritos en los que el tejido cooperativo está más desarrollado, con el objetivo de "dar un empuje desde la administración a estos proyectos que ya existen de manera embrionaria para que se extiendan en la ciudad".

El plan de choque incluye también reforzar el proyecto de la entidad BiciClot para crear el primer 'hub' de la bici de la capital catalana, para lo que ha subvencionado a la entidad con 200.000 euros para acelerar la construcción en el edificio municipal de Can Picó un espacio de servicios para la movilidad sostenible y la formación desde la economía solidaria.

ENTIDADES DE MUJERES

Pisarello ha destacado que promoverán una línea específica para impulsar y acompañar con formación y recursos a 20 entidades vinculadas a la economía cooperativa, social y solidaria impulsadas por mujeres y compuestas mayoritariamente por ellas y con recursos limitados.

El programa irá a cargo del Col·lectiu Ronda y pretende minimizar la feminización de la pobreza, según Pisarello, que ha lamentado que el "crecimiento de las desigualdades y de la pobreza tienen rostro de mujer, que son las más afectadas, por lo que se les dedica este capítulo específico".

El plan incluye también un programa de prácticas profesionales que tiene por objetivo acercar estudiantes universitarios a empresas cooperativas, dentro del que se prevé organizar jornadas para dar a conocer el servicio.

Además, prevé realizar un estudio sobre la viabilidad del "ecoempleo" para crear un ecosistema de empresas, parados y administración que generen servicios de ahorro energético en edificios públicos en una fórmula que sea viable y sostenible a largo plazo con posibilidad de ampliarlo a otros inmuebles e instalaciones.

CLÁUSULAS SOCIALES

Tras recordar que Barcelona impulsó junto a otros ayuntamientos una red para la economía cooperativa, social y solidaria, que cuenta con 31 municipios, Pisarello ha resaltado que están estudiando incluir criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en los procesos de valoración y otorgamiento de subvenciones, que podrían ser implantados en marzo.

La intención del Gobierno de Ada Colau es incluir estos criterios como cláusulas sociales en procesos de contratación del Ayuntamiento como administración pública, para premiar a las empresas que ofrezcan un retorno social a la ciudad.

7% DE LA ACTIVIDAD

Pisarello ha destacado que "la economía cooperativa, social y solidaria no es un sector marginal, sino que representa el 7% de la actividad económica de Barcelona y está conformado por más de 4.600 empresas y entidades que generan más de 30.000 puestos de trabajo, casi 50.000 según los últimos datos".

Ha defendido que el impulso de la economía cooperativa, social y solidaria pretende "mostrar que hay alternativas a un modelo económico que ha fracasado, que es posible una economía más plural con un liderazgo público más fuerte y con sectores basados en un elevado retorno social y ambiental" para combatir las desigualdades en la capital catalana.

Pisarello ha insistido en que el plan, que es una "pequeña pieza de toda la estrategia que quiere impulsar el Gobierno" municipal, tiene por objetivo dar una respuesta a la emergencia socioeconómica y fomentar iniciativas de empleo estable y con retorno para la ciudad para evitar que Barcelona se parta en dos debido a la crisis, en sus palabras.

Ha destacado que el aumento de las desigualdades en la ciudad es consecuencia de "un modelo económico que ha fracasado, que tiene dinámicas globales y también locales, con un capitalismo financializado que ha generado procesos especulativos, y una gestión neoliberal de la ciudad", que defiende que debe avanzar hacia una economía más plural.