Volkswagen no tiene voluntad de compensar a sus clientes europeos por los motores trucados
La automovilística alemana Volkswagen no se plantea emular en Europa la compensación económica de 1.000 dólares (926 euros al cambio actual) a cada cliente que realizará en Norteamérica por el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de algunos modelos.
La automovilística alemana Volkswagen no emulará en Europa la compensación económica de 1.000 dólares (926 euros al cambio actual) a cada cliente que realizará en Norteamérica por el caso del software trucado que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de algunos de sus modelos.
Así lo ha indicado la empresa después de la reunión celebrada en Bruselas por el presidente de la compañía, Matthias Müller, con la comisaria europea de Industria, Elzbieta Bienkowska, que había pedido previamente que la compañía repitiera en Europa la forma de actuar que está implementando en Norteamérica.
Volkswagen explicó que la compensación que abonará en el mercado norteamericano por importe de 1.000 dólares por cliente afectado se debe a que en dicha región no ha alcanzado por el momento un acuerdo con las autoridades locales en relación con la forma de solucionar el problema del software, por lo que los consumidores tendrán que esperar más que en otras zonas.
Esta respuesta se produce después de que la semana pasada Bienkowska enviara una carta a Müller en la que se recogían diferentes demandas vinculadas con el caso del NOx, como el que la compañía considerara también compensar económicamente a los conductores europeos.
"En Europa nos estamos concentrando en el proceso de reparación y servicio", indicó la empresa, al tiempo que apuntó que la situación en Estados Unidos y Canadá "no es comparable automáticamente" con otros mercados mundiales.
BRUSELAS REITERA QUE TENDRÁ QUE PAGAR
La Comisión Europea ha reiterado a Volkswagen que los consumidores europeos afectados deberían tener acceso a una compensación similar a la de los clientes de Estados Unidos.
"La comisaria Bienkowska ha invitado al grupo de nueva a reflejar de la forma adecuada los modos para compensar a los consumidores. Repitió su idea clara de que los consumidores europeos deberían ser tratados de la misma forma que los de Estados Unidos", reza un comunicado del Ejecutivo comunitario.
La comisaria ha subrayado durante el encuentro la "urgencia" de compartir todos los detalles sobre las desviaciones observadas en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y los datos reales de consumo.
Por su parte, el CEO de Volkswagen se ha comprometido a compartir "sin retraso" toda la información técnica necesaria para que el Ejecutivo comunitario analice si las medidas correctivas planeadas son efectivas.
A su vez, el ministro de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, se ha reunido con representantes de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA en sus siglas en inglés), como parte de los contactos que ha iniciado en vista la comunicación sobre la descarbonización del transporte que el Ejecutivo comunitario tiene previsto presentar antes del verano.
COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN
Europa formará una comisión de investigación que examinará las infracciones de los fabricantes de vehículos de la normativa sobre emisiones de gases contaminantes tras el escándalo de Volkswagen, así como el supuesto incumplimiento de los estándares europeos por parte de la Comisión Europea y los Estados miembro. La comisión se reunirá por primera vez en febrero para nombrar al presidente y los vicepresidentes de la misma, y deberá presentar sus conclusiones preliminares en seis meses a partir del inicio de los trabajos y el informe final en el plazo de un año.
Dicha comisión tendrá que verificar el supuesto fracaso del Ejecutivo comunitario en revisar los ciclos de pruebas de los vehículos, la presunta inacción de la Comisión y los Estados miembro por no tomar medidas para hacer cumplir la prohibición de dispositivos de manipulación y las alegaciones contra Bruselas por no poner en marcha ensayos en condiciones reales de conducción.
Además, examinarán el posible fallo de los países de la UE al no adoptar sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias contra los fabricantes en caso de infracción, y si la Comisión Europea y los Estados miembro tenían pruebas del uso de software para manipular las emisiones antes de que se conociera el escándalo.
Los europarlamentarios José Blanco (PSOE) y Pablo Zalba (PP) formarán parte de la comisión de investigación. El eurodiputado popular ha remarcado que "no se trata solo de estudiar el caso Volkswagen" y ha destacado que la comisión "debe aportar ideas y soluciones" y no "convertirse en una especie de tribunal de la Inquisición".
En la misma línea se ha expresado José Blanco, quien ha llamado a la responsabilidad y a la prudencia en las investigaciones puesto que el sector «genera mucha actividad económica y mucho empleo», especialmente en España.
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