Tamames y Aurín piden la creación de un regulador español del agua para evitar conflictos como el de ATLL

 

Catalunyapress.- Frente a lo que Ramón Tamames llama “el populismo que está tan de moda que solo habla de municipalizar la gestión del agua destruyendo” se presenta este libro escrito junto a Ramiro Aurín, “ que propone cómo mejorar el actual sistema de gestión del agua sin destruir, “Gobernanza y gestión del Agua: modelos público y privado” donde se defiende la efectividad del sistema de concesiones español como la mejor manera de ofrecer un servicio eficiente a los ciudadanos, reivindicando la necesidad de un regulador nacional que vele por la transparencia del sistema y evite pugnas como la del concurso de la ATLL.

En la presentación del libro en el Círculo de Economía, Tamames ha explicado que hay un Consejo Nacional del Agua, pero no tiene los poderes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y ha considerado que las peticiones de remunicipalización de la gestión del agua es fruto de "la convergencia de la corrupción con el populismo".

Se trata, en palabras de Tamames, de un “libro donde podremos decir que una parte importante incluye una pedagogía del agua, porque pese a que hoy existen las Ciencias Ambientales pero no está suficientemente avanzado el estudio del ciclo del agua”. En este sentido ha querido recordar que “somos el país de Europa con menos precipitaciones y necesitamos una ley que se aproxime a un mercado nacional del agua y porque los precios son muy distintos entre regiones”.

Ramiro Aurín ha hablado en su intervención de la “necesidad de tarifas que garanticen el sistema y que cubra los costes de mantenimiento. Este tipo de debate se tiene poco y solo en momentos de planteamientos de trasvase y la gobernanza del agua, que es lo que se aborda en este libro es uno de los temas fundamentales”.

El libro nació del debate que existe en nuestro país de que “el agua es un recurso muy escaso, y de que hay que hacer muchas cosas para que todos los días haya agua en las casas, para que llegue el agua con calidad”. Es por este motivo que se ha mostrado indignado ante lo que ha calificado de “debate de pseudofrivolidad, un discurso intelectual que no se aguanta y que ha generado polémica en la calle”

Ha lamentado que, en vez de buscar la solución a los problemas y cambiar lo que no funciona, la respuesta populista es, en sus palabras, ponerlo todo patas arriba: "Las cosas funcionan, lo que pasa es que hay que mejorarlas. Un populismo excesivo nos puede arruinar".

"Es un error romper las reglas del mercado para intentar solucionar problemas que tienen que funcionar con el mercado", ha argumentado, y ha atribuido los conflictos judiciales entre empresas para gestionar el agua de grandes ciudades a la búsqueda de oportunidades para mantener o captar negocio, especialmente en tiempos de crisis.

El debate sobre la remunicipalización del agua

“Y sin bien es cierto que se ha municipalizado el agua en ciudades como Berlín y París. Si tiramos de hemeroteca los alemanes tiene a nivel de costes el agua más cara de Europa. Y lo de Barcelona es el desierto del Sáhara 5 euros por metro cubico. En cuanto a Paris se municipalizó por una cuestión de corrupción, cabe recordar que los ciudadanos ni los empresarios son quienes promueven la corrupción y las partidas de mantenimiento y conservación empiezan a desaparecer” ha afirmado Aurín.

Además añadió hay un aspecto que no se está teniendo en cuenta y es que “los ayuntamientos del mundo no están concebidos para generar tecnología sobre nada. Quien la genera son las universidades y las empresas del sector. Por tanto hay que tener en cuenta que existe una descapitalización en el discurso de la municipalización”

Así, ha abogado por crear un gran regulador nacional "que haga imposible que se puedan introducir factores de manipulación, corrupción e ineficiencia, porque las redes de agua y saneamiento se vuelven ineficientes muy rápidamente" si no hay inversiones de conservación.

La guerra del agua en palabras de los autores del libro

Para el Dr. Tamames los fallos judiciales que tienen que ver con la ATLL y la empresa mixta del agua de la AMB “son muestra de que el servicio del agua en general funciona muy bien y hay una aspiración de hacerse con parte del negocio y de ahí surge la lucha ante los tribunales porque las son compañías quieren mantener sus cifras de negocios. Creo que esa es la dinámica hay luchas para remover situaciones de más de un siglo de suministro del agua”

En cambio para Ramiro Aurín ambos casos “son totalmente distintos y en el caso de la ATLL, el órgano regulador de la propia Generalitat tiene que tener una mayor grado de independencia del poder político que le negó el pan y la sal a su propio órgano regulador. Aurín ha asegurado que el caso ATLL es un problema de regulación con su origen en el pliego de condiciones del concurso, y que la judicialización de la creación de la empresa mixta entre Agbar y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) también tiene su origen en que no se calculó el valor de los activos de largo recorrido que Agbar ha aportado durante un siglo.

"Con un buen regulador los dos casos se hubiesen evitado, hubiesen tenido una salida natural normal sin tribunales", ha opinado, ya que el regulador primero lo regla todo para evitar dudas, y luego supervisa e interviene en caso de conflicto.

"El regulador es eso que echamos en falta en España y especialmente en Catalunya, que haga transparente la gestión y obligue al cumplimiento de los contratos", ha dicho, haciendo hincapié en que hace falta una regulación nacional para que sea eficiente, mientras que la gestión puede continuar siendo local.