Trabajadores del CST exigen al nuevo gerente y a Comín que depuren responsabilidades

 

CatalunyaPress.- El Comité de Empresa del Consorci Sanitari de Terrassa (CST) ha asegurado este martes que, si los gestores de la entidad hubieran tomado las decisiones correctas, no estarían ahora con una deuda histórica (desde 1988) de unos 30 millones de euros.

El Comité, además, denuncia que si la gestión que se ha hecho desde el año 2010 al 2014 hubiera sido la adecuada, ahora mismo se contaría con un total de 41.250.000 euros que cubrirían la deuda histórica.

En estos 41 millones irían incluidas, por ejemplo, la liquidación de COPRESAT (empresa 100% del CST dedicada a la Salud Laboral) que, en el momento de la liquidación, tenía pendientes de retorno al centro créditos por valor de 547.511 euros.

"No se nos ha acreditado ningún pago a este concepto. Y como este ejemplo, hay algún otro similar. Sin embargo, este hecho no nos afectó sustancialmente los resultados globales", se quejan.

Además: "Cada año que al CST no se le pagaba conforme al nivel de complejidad que podía haber tenido si no se hubieran tomado decisiones equivocadas a nivel asistencial (reducir el número de camas, renunciar a tener reconocidas la Cirugía Pediátrica y torácica, etcétera), el CST dejó de percibir siete millones de euros", continúa.

Los trabajadores consideran también que, desde que se constituyó CatLab (el laboratorio del Consorci y de las mutuas, situado en una estructura externa), han aumentado los costos. "Eso la Dirección del CST lo ha cuantificado en un sobrecoste de entre 1 y 1,5 millones de euros por año por este motivo. No por ineficiencias en los profesionales, sino por el mantenimiento de una estructura extremadamente pesada por la cantidad de analíticas que se hacen".

Así, los trabajadores consideran que con una gestión adecuada, el CST podía haber generado recursos suficientes, a pesar de las restricciones presupuestarias, secado la deuda histórica y no generado déficit.

Y, en este sentido, el Comité de Empresa exige al nuevo gerente, Alfredo García, y la Consejería de Salud dirigida por Toni Comín, que depuren todas las responsabilidades que se derivan de estas decisiones.