Los vecinos de Viladecans se manifiestan contra la cacicada del alcalde, Carles Ruiz
CatalunyaPress.- Los días siguen pasado y las obras del edificio denominado por los vecinos “la cacicada del alcalde” o el “edificio de la vergüenza” siguen a todo ritmo como si no hubiera sucedido nada.
CatalunyaPress.- Los días siguen pasado y las obras del edificio denominado por los vecinos “la cacicada del alcalde” o el “edificio de la vergüenza” siguen a todo ritmo como si no hubiera sucedido nada. El equipo de gobierno del PSC e ICV que capitanean Carles Ruiz y José Luis Atienza mira para otro lado y así no ve lo que sucede a su alrededor. No han vuelto a hablar con los vecinos. Dan la callada por respuesta.
Una parte de la oposición municipal --unos más que otros-- siguen luchando para paralizar las obras de las tres últimas plantas, pero ni caso le hacen los responsables de urbanismo, el hombre de paja del alcalde, Pere Gutiérrez, que se siente muy seguro. Mientras, Luján, el abogado que todo lo sabe y maneja, más discreto pero también más peligroso, se encuentra en todas las salsas como bien él sabe, pero de momento, ninguna le ha salpicado. ¿Habrán hablado Carlos Ruiz y José Luis Atienza con los responsables de la constructora que hace las viviendas? Eso lo desconocemos, pero este diario sí que lo ha hecho con una persona de la propiedad que ha declinado hacer declaraciones.
Los vecinos de la zona, que han creado la asociación Taxonera, no han tirado la toalla y siguen luchando con los medios a su alcance. De momento, han conseguido hacer una plataforma de afectados por las barbaridades urbanísticas del alcalde Carlos Ruiz y su “ayudante” Atienza. Así, han convocado para el día 21 una manifestación de protesta que saldrá a las 17.30 horas de Can Xich, donde está situada la biblioteca, y que recorrerá la calle Jaime Abril hasta llegar a la plaza del Ayuntamiento, donde se leerá un manifiesto y se expresarán la indignación por la construcción del edificio de siete plantas.
Todo muy legal pero poco ético, ya que este edificio atenta contra el paisaje y los derechos de la ciudadanía. La falta de diálogo y de información del equipo de gobierno, así como el desprecio a los vecinos han hecho que estos se sientan engañados.
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