Comín solo se compromete con el 3% del presupuesto del plan de Salud Mental de Barcelona
El Ayuntamiento de la ciudad es quien paga el 97% restante. | El plan, que arranca este año y durará hasta el 2022, incluye más de 100 acciones de prevención y apoyo para mejorar el bienestar psicológico de los barceloneses.
Foto: Toni Comín (derecha) con Boi Ruiz, el anterior conseller de Salud
El plan de Salud Mental de Barcelona para 2016-2022 prevé un presupuesto para este año y el próximo de 51,2 millones de euros. De esta cantidad, la friolera del el 97% corre a cargo del Ayuntamiento de la ciudad, mientras que la Conselleria de Salud, dirigida por Toni Comín, solo se ocupará del 3% restante.
Este plan incluye más de 100 acciones de prevención y apoyo para mejorar el bienestar psicológico de los barceloneses.
La alcaldesa, Ada Colau, ha defendido en la presentación del plan en Barcelona Activa que el Ayuntamiento ha querido implicar a todos los actores en la elaboración de la estrategia, y ha criticado que la salud mental ha sido "un tema que ha sido silenciado y estigmatizado, y se debe romper el silencio", cuando un 12% de los barceloneses han tenido o pueden tener un problema de este tipo.
Ha defendido que las problemáticas vinculadas a la salud mental son muy variadas, "pero algunas se pueden evitar, como las asociadas a la crisis, a los recortes, a los desahucios, al paro y a la soledad", y ha destacado que han desarrollado un plan transversal que pretende eludir situaciones de dolor y sufrimiento si son evitables.
CRISIS Y SALUD MENTAL
La comisionada de Salud, Gemma Tarafa, ha destacado en declaraciones a los periodistas que la estrategia tiene una perspectiva integral y va ligada a otras medidas, como el Plan de Barrios, tras lo que ha advertido de que los efectos de la crisis afectan a la salud mental, algo que ha ejemplificado con el hecho de que los parados de larga duración tienen el triple de riesgo de sufrir algún trastorno.
Ha dicho que el plan incluye garantizar una cartera de servicios adaptada a la realidad de los territorios de la ciudad, incorporar a entidades de salud mental en el circuito de vivienda para jóvenes, e impulsar la inserción laboral de este colectivo, especialmente en los distritos de Ciutat Vella, Sant Martí, Nou Barris y Sant Andreu, entre otras medidas.
Además, se ampliará la atención a personas sin hogar con trastornos de este tipo, se reforzarán los programas de servicios individualizados --que acompañan al afectado en la red asistencial hasta que es autónomo--, y se activarán educadores de calle para que detecten problemas de salud mental.
LA SALUD COMO PRIORIDAD
Colau ha garantizado que el Ayuntamiento irá "siempre lo más lejos posible en la medida que la ciudadanía le acompañe y le empuje para hacerlo posible", y ha dicho que la salud mental no es una cuestión de pequeños colectivos, sino que se debe asumir que es de ciudad.
"La salud debe ser una absoluta prioridad de toda institución más allá de sus competencias y presupuesto, sin excusas", ha dicho Colau en su discurso, retransmitido en Radio Nikosia, una de las primeras emisoras realizadas por personas que han sido diagnosticadas con trastorno bipolar.
LÍNEAS ESTRATÉGICAS
Tarafa y la teniente de alcalde Laia Ortiz han explicado antes del acto que el plan se articula en cuatro líneas estratégicas: el abordaje de los determinantes sociales que afectan a la salud mental; garantizar unos servicios y atención accesible; asegurar el respecto a los derechos, y prever mecanismos para lograr una buena gobernanza y seguimiento del plan.
El plan es la primera estrategia en salud mental de la ciudad, y ha sido elaborado a través de la Taula de Salud Mental y un proceso de coproducción en el que han participado representantes de diversas áreas del Ayuntamiento, de la Generalitat en consorcios, entidades, afectados, grupos municipales, asociaciones de profesionales y grupos científicos, entre otros actores.
Ortiz ha resaltado que también pretenden "combatir el estigma" y centrarse en colectivos vulnerables --como personas sin hogar--; ancianos, y jóvenes y niños, porque "la detección y el buen acompañamiento es una cuestión de ciudad", mientras que Tarafa ha señalado que la clave está en una buena prevención.
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