Comín se gasta 37 millones en quirófanos que no se pueden utilizar

Dicen que los políticos utilizan la distracción como arma para ocultar los verdaderos problemas cuotidianos que no son capaces de resolver. Por eso, el mediático Conseller y niño de papá Antoni Comín ha utilizado la inauguración del bloque quirúrgico del Vall d’Hebron, que cuenta con 19 quirófanos y es el más moderno de España, para tapar su ineficacia al frente de la Conselleria más importante del Govern catalán.

A la inauguración, un acto de relaciones públicas, ha ido el mismísimo presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y también su séquito. Todos ellos ataviados con el preceptivo vestuario azul de quirófano y escuchando las maravillas del complejo, que ha costado 37 millones de euros y que va a ser la panacea para acabar con las listas de espera quirúrgicas. Pero el ilustrado Conseller se ha olvidado de explicar que estos quirófanos no van a poder utilizarse porque la unidad de camas de cuidados intensivos, espacio necesario para acoger a las personas intervenidas, no tiene presupuesto hasta el próximo año. Lo que quiere decir que si no hay esas camas, no hay actividad en el súper bloque de Comín. Unas inversiones en obras y en material de alta tecnología que seguirá sin utilizarse como mínimo en un año. ¿Cuántos aparatos con un coste millonario siguen empaquetados en los almacenes? Me dicen que muchos y que algunos de ellos, cuando se vayan a utilizar, igual ni sirven.

El Conseller o no tiene memoria o es tal su desconocimiento del sistema que, según dicen los propios trabajadores, la mayoría de salas de operaciones del hospital están cerradas por la tarde porque no hay dinero para pagar a los cirujanos, quienes están dispuestos a trabajar en turnos de tarde también. Si lo cobran, claro…

Conseller, por mucho quirófanos que ponga y por mucha propaganda que haga, quienes operan son los profesionales y no los quirófanos. ¿Por qué no se han gastado parte de ese dinero invertido en abrir los quirófanos por la tarde? Y, cuando lo tengan todo completo, quirófanos y camas, entonces puede hacer la inauguración a bombo y platillo y, si además le quiere hacer la rosca al presidente, invite a la Girona Banda Band.

No estoy en contra del nuevo súper complejo, faltaría más, pero todo a su tiempo y marcando las prioridades de las personas, que deberían ser lo primero.

La realidad es tozuda y demuestra que por mucho que se intente distraer al personal con promesas imposibles, la sanidad no ha mejorado en manos de Toni Comín, o lo que es lo mismo, en manos de ERC, porque los colapsos en urgencias, como han denunciado los propios profesionales de Parc Tauli y otros, siguen siendo los mismos de antes. También las listas de espera han aumentado, se han cerrado centros de salud este verano y las citas para los especialistas ni te cuento, Conseller. Puede que, su mano derecha y persona invisible cuando hay problemas, David Elvira, se lo pinte todo muy bien pero la ciudadanía y los profesionales que lo viven a diario no se creen sus palabras. Menos hablar y más gestionar con sentido común.