La inversión estatal en infraestructuras de Catalunya alcanza mínimos históricos en 2015

 

Foto: Bernat Borrás trenscat.cat (2010)

El año 2015 registró el peor balance de la historia en inversión del Estado en infraestructuras en Catalunya, según ha alertado este jueves la Cámara de Comercio de Barcelona, que ha elaborado un informe a partir de datos de ejecución publicados por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

En rueda de prensa, el presidente de la Cámara, Miquel Valls, ha constatado que los Presupuestos Generales del Estado para 2015 presupuestaron 949,5 millones de euros de inversión en infraestructuras en Catalunya y finalmente se ejecutaron 555,9 millones, lo que supone el 59%, la cifra más baja desde el inicio de la serie histórica en 1997 y por debajo de la media del conjunto de comunidades, del 72%.

Valls ha criticado que el Estado no cumple sus compromisos porque ejecuta mucho menos de lo presupuestado y, además, el porcentaje de inversión en infraestructuras que recibe Catalunya se aleja cada vez más de su peso económico, ya que supone un 9,9% sobre el total de la inversión regionalizada del Estado, casi la mitad de su peso económico (18,9%).

Las infraestructuras representan tres cuartas partes de la inversión pública estatal en Catalunya, que el año pasado fue de 736,3 millones de euros, mientras que se presupuestaron 1.040,5 millones, lo que supone un porcentaje de ejecución del 71%, inferior a la media del conjunto de autonomías (89%).

La inversión realizada en Catalunya representa el 8,2% de la inversión estatal regionalizada de 2015, un porcentaje también muy inferior a su peso económico (18,9%) y poblacional (16%).

Así, Valls ha concluido que el Gobierno central ha incumplido la disposición adicional tercera del Estatut, que establecía que durante siete años las inversiones del Estado en infraestrucutras en Catalunya debían equipararse a su porcentaje del PIB respecto del total, algo que asegura que sólo se cumplió el primer año.

DIFERENCIAS ENTRE CCAA 

Valls considera muy importantes las diferencias entre comunidades sobre el grado de ejecución de la inversión en infraestructuras presupuestada, y ha constatado que las tasas más elevadas, por encima del 100%, se dan en Castilla La Mancha (136%), Madrid (115%) y Cantabria (104%), mientras que Catalunya (59%) está claramente por debajo de la media (72%).

En relación a su peso económico, Castilla-León y Andalucía son las autonomías "mejor tratadas", con un porcentaje de ejecución mucho más alto que el que representa su PIB, mientras que las que reciben peor trato son Madrid y Catalunya, aunque Valls remarca que Madrid tiene un porcentaje de ejecución más elevado que el presupuestado.

El presidente de la Cámara considera que las tensiones políticas entre los gobiernos catalán y central pueden tener relación con la caída de las inversiones: "Es evidente que no existen las mejores relaciones entre el Govern y el Gobierno central".

Ha remarcado que el nuevo ejecutivo central debería tener en cuenta que una de las prioridades que tendrá el ministro de Fomento será abordar el problema de las infraestructuras de Catalunya, ya que ha asegurado que es una prioridad para acompañar al crecimiento de la economía.

PRIORIDADES 

Ha subrayado que estos datos son preocupantes por si mismos, "pero aún más en un contexto de recuperación económica y de desinversión acumulada", ya que el gran incremento del tráfico que se está generando en las carreteras y ferrocarriles de Catalunya debe ir acompañado de inversión en renovación, mejora y ampliación de las infraestructuras existentes para evitar riesgos de más accidentes, averías y colapsos.

También ve necesaria una inversión "planificada y creíble", que priorice la solución a los principales problemas de congestión y conectividad; e invertir en Rodalies y en la red viaria del área metropolitana de Barcelona, para lo que ha citado puntos conflictivos, como el enlace de la A-2 con la AP-7, la autovía orbital B-40 y el desdoblamiento de los túneles de Vallvidrera.

Ha constatado que la red ferroviaria catalana registra el porcentaje de ejecución más bajo, con el 5% de la inversión presupuestada por Renfe (se gastaron 5,9 de los 115 millones presupuestados) y el 27% de la presupuestada por Adif (se ejecutaron 31,7 de los 118 millones previstos).