​Millo y Puigdemont se ponen de acuerdo en "reducir litigios", pero no en el referéndum

El delegado del Gobierno catalán pide a Puigdemont que vaya a la conferencia de presidentes y priorizar las conferencias sectoriales y la comisión bilateral Estado-Generalitat.

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Millopuig

 

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El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, ha asegurado que tanto él como el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, consideran "que hay que hacer un esfuerzo de todos para reducir los litigios" y potenciar un diálogo sincero y leal sin líneas rojas. El encuentro, según Millo, ha sido cordial y fluido, y en el que han coincidido en la necesidad de "que haya una relación fructífera entre la Generalitat y España".


Ha detallado que para eso es importante buscar instrumentos con el fin de reducir la conflictividad y favorecer el clima de negociaciones entre ambas partes, aunque ha precisado que los temas que ya están judicializados "deben seguir su curso".


Ha dicho que deben priorizarse mecanismos de negociación como las conferencias sectoriales y la comisión bilateral Estado-Generalitat --desde hace años desactivada--, y ha pedido a Puigdemont que se replantee su ausencia en la conferencia de presidentes autonómicos y acuda, para que la voz de los catalanes tenga representación.


Preguntado por la respuesta de Puigdemont ante este planteamiento, ha respondido: "No me ha dicho que haya cambiado de opinión ni ha habido un compromiso de cambio de posición. Ya veremos".


Millo ha insistido en que él es el representante del Gobierno central en Catalunya y que su predisposición al diálogo es total siempre que se haga dentro del marco de la legalidad: "Espero que desaparezcan para siempre los 600 kilómetros que separan Madrid de Barcelona y nos quedemos con los pocos metros que separan la Generalitat y la Delegación del Gobierno".


Asimismo, ha insistido en que, cuando Puigdemont quiera hablar con el Gobierno central, puede reunirse con él en la Delegación "no hace falta ir a Madrid o Barcelona", y ha subrayado la necesidad de eliminar las barreras y rehacer las relaciones.


Para que ese diálogo sea fructífero, Millo cree que hay que dejar en segundo plano el referéndum y priorizar temas "en los que sí que puede haber acuerdo", porque tratar de hablar primero sobre algo en lo que el desencuentro es total no facilitará las relaciones.


De hecho Millo ha acudido al encuentro con la lista de 46 peticiones que le hizo Puigdemont al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y ha asegurado que si hay diálogo y acuerdos sobre estos puntos se solucionará el encaje de Catalunya en España y no será necesario hablar de referéndum.


Millo ha insistido en que el Gobierno quiere hablar sin líneas rojas de todo lo que esté dentro de la ley, y ha dicho que no ha decidido todavía si impugnará los Presupuestos de 2017 por contener una partida para celebrar el referéndum, aunque ha avisado que "podrían acabar impugnados".


También sobre las cuentas ha dicho que no han ahondado en ellas pero que Puigdemont ha admitido que no tiene asegurado el apoyo de la CUP pero que confía en acabar lográndolo.


LEALTAD Y SINCERIDAD


Lealtad y sinceridad son los dos requisitos que ha puesto Millo para que la relación Generalitat-Estado pueda recomponerse, dos valores que señala que hasta ahora no se han cumplido pero que ahora "hay intención por las dos partes" de revertir esta situación.


Su "primera misión" como delegado del Gobierno es rehacer los puentes y crear un ambiente propicio que permita que Puigdemont se reúna con el presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy: ambos líderes han apostado por celebrar el encuentro pero la fecha está aun por concretar.


Ha agradecido el recibimiento de Puigdemont después de que "no hayan pasado ni diez días" desde que solicitó reunirse con el líder el Ejecutivo catalán tras ser nombrado delegado, y ha recordado que también hay previsto un encuentro en Barcelona entre el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, y la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría.


Millo ha salido de la reunión "con la sensación personal de que (Puigdemont) acepta la mano tendida" y de que hay mucho trabajo por hacer pero con la voluntad necesaria para que sea fructífero.

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