El ictus genera el envejecimiento de la edad biológica de los pacientes
Un estudio del Hospital del Mar de Barcelona ha determinado que la ‘edad real’ aumenta hasta 3,3 años al sufrir un ictus isquémico.
Un estudio del Hospital del Mar de Barcelona y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (Imim) ha determinado por primera vez que la edad biológica de los pacientes que han sufrido ictus isquémico es mayor que su edad cronológica, hasta 3,3 años más, especialmente en los afectados más jóvenes.
La investigación ha sido liderada por Jaume Roquer y Jordi Jiménez-Conde y ha participado más de 120 sujetos, entre el grupo control y el grupo de pacientes con ictus isquémico, ha informado el Hospital del Mar en un comunicado.
El accidente cardiovascular isquémico tiene lugar cuando el flujo sanguíneo que recibe el cerebro se reduce de forma brusca, presenta una elevada mortalidad y discapacidad a largo plazo, y sus factores de riesgo incluyen interacciones ambientales, genéticas y sistémicas.
"A pesar de tratarse de una patología con fuerte asociación a la edad, un 15% de los afectados son personas menores de 50 años", ha dicho Jiménez-Conde.
Mediante el análisis de los cambios en la metilación del ADN, los investigadores han podido calcular la edad biológica de los participantes en el estudio; 82 pacientes con ictus isquémico y 41 personas sanas.
La investigación ha puesto de manifiesto que la edad biológica media en el grupo control es prácticamente idéntica a la media de sus edades cronológicas (1,1 años mayor), en cambio en los pacientes que han sufrido un ictus isquémico esta diferencia se eleva hasta los 3,3 años.
Otro aspecto del estudio es la diferencia de aceleración del envejecimiento que muestran los grupos estratificados por edades, ya que los adultos jóvenes (menores de 57 años) con ictus presentan una edad biológica mayor a los del grupo control, mientras que en los mayores de 57, las diferencias entre personas con ictus y sanas "no resultaron ser significativas".
Según los investigadores, el estudio demuestra que los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico más jóvenes están, de media, biológicamente más envejecidos, probablemente debido a factores de riesgo vasculares, hábitos de vida, consumo de tabaco y exposición a factores ambientales.
Jiménez-Conde ha sostenido que la edad biológica podría considerarse como un factor de riesgo de esta patología y convertirse en un biomarcador, sobre el que se puede incidir variando ciertos hábitos de vida y de exposición a tóxicos como el tabaco.
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