Un 11% de los adolescentes está en riesgo de sufrir anorexia o bulimia
Los transtornos alimentarios siguen aumentando. Cada vez hay más chicos en la enfermedad y se rebaja la edad de los afectados.
Aproximadamente, un 11 por ciento de las chicas y los chicos adolescentes están en alto riesgo de acabar sufriendo un trastornos de la conducta alimentaria, entre los que se encuentra la anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Este dato podría ser mayor si se tiene en cuenta que mas del 65 por ciento de los adolescentes presentan insatisfecha hacia el propio cuerpo, un sentimiento que predispone claramente a padecer uno de estos trastornos.
Estos son algunos de los datos con los que trabaja la presidenta de la Fundación ABB, la psicología Raquel Linares, quien explica que estos trastornos siguen aumentando, "sobre todo cada vez aparecen más en chicos", además "se está viendo que aparecen antes y en un perfil de edad más joven (12 a 13 años)".
Este tipo de trastornos se ha convertido en la tercera enfermedad crónica entre los jóvenes y adolescentes, lo que la convierte en un problema de salud pública. Los ultimo estudios epidemiológicos concluyen que el 6% de la población femenina entre 12 y 24 años estaría afectada por la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón.
La experta recuerda que se tratan de trastornos mentales graves donde el miedo a engordar y ser rechazados, la alteración de peso y la silueta y la dependencia de la valoración de los demás desencadenan alteraciones graves de conducta alimentaria y vida afectiva.
Con el objetivo de cambiar esta situación y reducir el estigma que rodea a estos trastornos se acaba de publicar 'Qué sientes cuando no sientes nada', una novela que ayuda a la detección y comprensión de los trastornos alimentarios, iniciativa de la Fundación ABB, y que cuenta con el apoyo de la Fundación Cofares.
En estos trastornos la relación con el cuerpo y la comida se convierte en una forma de controlar y aliviar las propias emociones o de expresas sentimiento que no saben gestionar; después vienen las consecuencias para la salud, así como a nivel personal familiar y social.
"En la anorexia nos encontramos normalmente que son personas han sido responsables, lo que podría ser la hija perfecta; cuando llega la adolescencia se encuentra en el mundo en el que vivimos, donde el tema de la imagen y la presión por el cuerpo esta a la orden del día, se encuentra que no tiene recursos para adaptarse en un grupo de ideales. No saben manejar las emociones negativas", explica.
Estas enfermedades "tienen una parte emocional y mental", recuerda y, en este caso, "los pacientes no muestran nunca la vulnerabilidad" y "la única forma de controlar la angustia" mediante el control de la alimentación. "Entran en un circulo vicioso que cuesta mucho trabajo romper", se lamenta Linares.
La detección precoz y, en consecuencia, el seguimiento de una tratamiento especializado mejoran la evolución del trastorno y las consecuencia que éste puede comportar; de hecho hasta un 70 por ciento de las personas que las padecen se curan.
Para solucionar esta situación, la experta recuerda que es fundamental enseñarles a gestionar la emociones, que se den cuenta de que el camino es "mostrarse como son".
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