Càritas Barcelona alerta del aumento de la precariedad como falsa salida de la crisis
El arzobispo de Barcelona, Juan Josep Omella ha llamado a la solidaridad y a "mirar de frente" a las personas en situación de pobreza | Un 66% de las personas atendidas este 2016 ya lo habían sido anteriormente.
Càritas Diocesana de Barcelona ha registrado un aumento del 18% de los hogares que necesitan ayudas económicas, especialmente para alimentos, en la primera mitad de 2017, cuando ha alertado de un "repunte" de la economía sumergida como falsa salida a la crisis al crecer un 23% las personas atendidas que trabajan sin contrato.
Lo han explicado este miércoles el director de Càritas Barcelona, Salvador Busquets, y la adjunta en la Acción Social de la entidad, Mercè Darnell, en la rueda de prensa de presentación de la Memoria 2016 y de avance de datos de este año, junto al arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, y el delegado episcopal de la entidad, Salvador Bacardit.
Darnell y Busquets han destacado que entre enero y mayo de 2017 se está consolidando el nuevo perfil de las personas vulnerables en situación de crecimiento macroeconómico, con trabajadores precarios y sin contrato, y con un aumento de personas con problemas económicos, al crecer un 6% las personas atendidas y un 11% los hogares.
Han constatado una subida del 43% de las personas sin autorización de residencia, y han crecido las personas que llegan con "relatos de miedo e inseguridad" por violencia y conflictos procedentes de países como Venezuela, El Salvador, Perú, Colombia y Nigeria; mientras que en 2015 no llegó nadie de Honduras, en 2016 fueron 350 y se mantiene la llegada este año.
RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Al preguntársele por la respuesta que están dando las administraciones ante la pobreza, Busquets ha afirmado: "Por descontado que no se está haciendo aquello que se necesita", sobre lo que ha dicho que se trata de un problema estructural de falta de vivienda y de falta de ingresos, y no coyuntural.
Ha defendido que es una responsabilidad compartida entre la administración local, autonómica y estatal: "Y dejo a su consideración, para que ustedes se lo pregunten, la capacidad de acuerdo que hay entre las tres administraciones para dar respuesta a este problema estructural".
Omella, también presidente de Càritas Diocesana de Barcelona, ha llamado a la solidaridad y a "mirar de frente" a las personas en situación de pobreza, que la entidad ha visto cronificarse: el 66% de beneficiarios de 2016 habían sido atendidos en años anteriores, y un 31% de estos hace más de cinco años que son usuarios de la entidad.
MÁS NECESIDADES
En 2016, la entidad atendió a 22.435 personas, un 6% menos que el año anterior, aunque Darnell ha destacado que esta cifra duplica la de personas atendidas en 2007 y que las personas atendidas "cada vez necesitan más ayuda", por lo que el año pasado Càritas aumentó un 4,2% los servicios prestados en la archidiócesis de Barcelona --que incluye las comarcas del Barcelonés, Baix Llobregat y Maresme--.
Darnell ha destacado que el 45% de las personas atendidas "vive en hogares que no puede considerarse un hogar", en situación precaria como realquilados (23%), en entidades sociales (8%), acogido (6%), sin vivienda (5%) y en okupación (3%); en 2017 siguen una tendencia al alza, con un 22% más de realquilados y un 30% más sin vivienda.
El 77% de las personas atendidas en edad de trabajar no tiene trabajo, mientras que el 16% trabaja pero sus ingresos "no son suficientes" para llegar a final de mes, y Busquets ha criticado que se crean nuevas situaciones de vulnerabilidad vinculadas al trabajo.
El 38% de los atendidos viven solos, mientras que el 47% son familias con hijos, entre las que la adjunta de Acción Social ha alertado de que el 31% de los hogares con niños están a cargo de madres solas, especialmente vulnerables.
"A través de las ayudas económicas se ha evitado que 3.355 personas queden en la calle", ha relatado Darnell, que ha explicado que el Servicio de Ayudas Económicas (SAE) incrementó un 7% las ayudas respecto al 2015, llegando a un total de 2,75 millones de euros el año pasado.
El 51% de éstas ayudas destinaron a la vivienda (1,3 millones), mientras que el 27% eran para alimentos, el 7% para la infancia y el 6% para el transporte, seguido de otras ayudas (4%), sanidad (3%) y formación (2%).
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