La saturación de Urgencias de Vall d'Hebron no remite y las esperas se alargan más de una semana
El servicio de Urgencias del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona sufre una saturación crónica que lejos de remitir está alargando el tiempo de espera de los pacientes a más de una semana. 61 pacientes estaban este sábado esperando habitación, ser derivados a otro centro o recibir el alta.
El servicio de Urgencias del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona sufre una saturación crónica que lejos de remitir está alargando el tiempo de espera de los pacientes a más de una semana. 61 pacientes estaban este sábado esperando habitación, ser derivados a otro centro o recibir el alta.
Según fuentes de los profesionales de Urgencias, los pacientes más antiguos en espera de cama ingresaron el pasado día 7. Así durante la semana pasada se fueron desgranando datos de saturación con 64 pacientes el lunes día 10, 76 el martes, 81 el miércoles, 77 el jueves, 76 el viernes y 61 este sábado.
Ya en el mes de mayo, los representantes sindicales denunciaron el trato de favor hacia el futbolista Gerard Piqué que ingresó en centro aquejado de una gastroenteritis. Según la dirección del hospital dicha acitud respondía al protocolo de seguridad. Los sindicatos señalaban entonces "un repunte en el flujo de pacientes en las urgencias hospitalarias".
"Se han repetido las escenas que se vivieron en invierno: gente apiñada en las salas de espera, demoras larguísimas para visitar al médico y pacientes esperando cama en un box de urgencias durante largas horas", indicaron en mayo los representantes sindicales.
Un portavoz de Metges de Catalunya, mayoritario entre los facultativos catalanes, explicaba que la situación de saturación de Urgencias de Vall d'Hebron "es un hecho habitual, crónico y hasta que no se incremente el presupuesto en Sanidad no se solucionará".
Según el sindicato de médicos los pacientes que están en Vall d'Hebron están bien atendidos "pero en condiciones de falta de intimidad y los boxes están muy llenos, al doble de su capacidad".
El problema reside, según fuentes sindicales, en que no se pueden derivar pacientes a otros centros porque no tienen tampoco capacidad y esto se debe "a un recorte muy importante del presupuesto en sanidad de 1.026 millones de euros desde el inicio de los recortes en 2010".
El sindicato médico viene denunciando que falta plantilla porque los expertos recomiendan que los médicos de urgencias atiendan entre 6 y 8 pacientes al mismo tiempo y en Vall d'Hebron se está atendiendo a 9 o 10.
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