Vecinos expulsados, precios por las nubes y mobbing inmobiliario en pleno centro de Barcelona
La mitad de las viviendas en venta de la Dreta de l'Eixample están en manos de especuladores inmobiliarios. Vecinos del barrio de Barcelona denuncian también la proliferación de inmuebles y oficinas turísticas.
El precio de la vivienda en Barcelona es uno de los grandes problemas de sus habitantes. Alquileres y compras han emprendido una marcha tan creciente que ha covertido cualquier barrio y rincón de la ciudad en un terreno suculento para la especulación inmobiliaria.
Vecinos de la Dreta de l'Eixample han alertado de los "proyectos especulativos" inmobiliarios en el distrito, que ya ha comportado expulsiones de vecinos, incrementos en el precio de los alquileres y proliferación de viviendas y oficinas turísticas, tanto legales como ilegales.
Este fenómeno se ha visto incrementado por la presencia de "sociedades especulativas" que se hacen con los pisos que no han renovado sus alquileres --y la consecuente expulsión de los inquilinos-- para convertirlos en pisos de lujo, ha informado la Asociación de Vecinos de la Dreta de l'Eixample en un comunicado.
Los vecinos han informado que de las 30 viviendas en venta en el distrito, por lo menos la mitad ya están en manos de sociedades especulativas "que se dedican específicamente al 'mobbing' inmobiliario generando conflictos relacionados con la gentrificación y la expulsión de los vecinos".
Lamentan que estas sociedades de capital privado actúen "como verdaderos buitres" y que la compraventa de inmuebles en el distrito haya convertido la vivienda en un producto del mercado y no en un derecho social reconocido en la Constitución española.
Han destacado que el precio de los alquileres ha incrementado más de un 12% por año en el distrito desde 2014, que a su vez se explica por la cancelación de los contratos de alquiler antiguos y la marcha de los residentes.
NO TODO ES CULPA DEL TURISMO
Los vecinos de la Dreta de l'Eixample consideran el turismo masivo como uno de los factores de la situación en los barrios, una actividad que "ejerce una presión muy elevada sobre los precios de los alquileres" y que reduce las oferta de viviendas en favor de hoteles y pisos de lujo.
La actual Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) ha permitido a ojos de los vecinos que se liberalice "como nunca antes" el mercado de la vivienda en detrimento de su función reguladora y el Plan General Metropolitano (PGM), el incremento de las cuotas de beneficios a la medida de los promotores.
Los vecinos abogan por la creación de un parque de vivienda pública y alquiler protegido como "condición imprescindible para poder equilibrar el mercado del alquiler" y tratar así de acercarse a las cuotas de vivienda pública de otras ciudades europeas como Viena o Berlín.
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