Si no se democratiza el proceso electoral del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) el Grupo COMB TU, que supone el 42% de la asamblea de compromisarios, no se presentará a las elecciones convocadas el pasado 14 de diciembre por el próximo 14 de febrero . De ahí que el 13 de enero próximo y sin votación, la misma junta continuista seguirá dirigiendo la institución.
El pasado 14 de diciembre, la actual junta del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) convocó las elecciones reglamentarias por finalización del mandato y si no se modifica el proceso electoral el próximo 13 de enero la misma junta continuista quedará de nuevo escogida sin que haya ninguna votación porque no habrá candidatura opositora. Desde los años ochenta, en el COMB siempre ganan las candidaturas oficialistas. Desde los años ochenta, el Grupo COMB TU es la candidatura alternativa que ha obtenido más apoyo. En el año 2014, obtuvo el voto de más de cuatro mil médicos de la provincia de Barcelona. Sin embargo, en esta ocasión el grupo COMB TU, que representa el 42% de la asamblea de compromisarios, hemos decidido no presentarse si no se modifican las condiciones electorales, por dos razones fundamentales.
La primera, porque desaprobamos que se siga utilizando el método de votación para sobres cuando el resto de colegios la ha abandonado por poco democrático. Como hemos denunciado repetidamente, este sistema no asegura que el voto sea secreto. Es un método utilizado tradicionalmente por los grupos que se perpetúan en las instituciones utilizando una estructura clientelar. El caso del Sr. Villar al frente de la Federación Española de Fútbol es un buen ejemplo. Nosotros impugnamos este método en las últimas elecciones convocadas en 2013 y desgraciadamente todavía no tenemos una sentencia definitiva que confirme la obviedad de que una organización que debe ser democrática para cumplir su función social no puede tener un método electoral que no cumpla unas mínimas garantías democráticas. En vez, como sería lógico, los médicos y las médicas voten en unas urnas repartidas por toda la provincia, se vota recogiendo unos sobres abiertos que llevan ante manuscrito el nombre del médico y su firma.
Las diferentes candidaturas, por su cuenta, también intentan recoger tantos sobres como les es posible. Una vez que las candidaturas recogen estos sobres con el nombre y la firma del médico, ponen su papeleta, los encierran dentro de otro sobre y los llevan con cajas a correos. Este estrafalario sistema de voto por correo supone el noventa por ciento de la votación. Es un método que permite a las candidaturas conocer quiénes son sus electores, a pesar de que los estatutos dicen que el voto debe ser secreto. Cuando los sobres llegan al Colegio, el personal administrativo de la corporación comprueba si el elector tiene derecho a voto a partir de la rúbrica de su firma. Los casos dudosos los decide un perito grafológico. Un método totalmente anacrónico en pleno siglo XXI.
La segunda, porque no queremos que nuestra presencia en la asamblea de compromisarios sirva para aportar una imagen de normalidad democrática a una institución que no lo es mucho. Tradicionalmente las juntas del COMB han tomado las decisiones de forma totalmente autónoma sin aprovechar el conocimiento, la inteligencia y la energía que le aportarían los más de trescientos médicos y médicas de la asamblea. Por el contrario, el objetivo de la junta ha sido aburrirles para conseguir que se vayan. La cincuentena de personas que asistieron a la última asamblea demuestra que lo han conseguido. Lo hacen aportando informaciones tediosas y sin trascendencia, evitando abordar temas polémicos o sobreactuando ante toda opinión disidente por considerarla una agresión personal. Pero sobre todo, escondiendo datos a los que tiene derecho cualquier médico colegiado. Amparados en una muy personal interpretación de la ley de protección de datos se niegan, por ejemplo, a ofrecer información económica detallada. Impiden que los colegiados y los compromisarios sepan en qué y con quién se gastan su dinero.
Seguramente, la junta actual vivirá como una victoria la ausencia de contrincantes electorales. Desde mi perspectiva es una de las muchas deficiencias democráticas de una institución que ha quedado secuestrada por una élite extractiva. Los que pasamos visita nos sentimos cada vez menos representados por la junta del COMB. No deja de ser curioso que los médicos hayamos entregado el co Colegio a un grupo de personas vinculadas a la propiedad y las direcciones de las empresas del sector público concertado ya los partidos que han gobernado la Generalitat. Quizás es debido al hecho de que en el Sur de Europa consideramos alianzas estratégicas lo que el Norte de Europa llaman conflictos de interés. Es significativo por ejemplo que el presidente de la junta electoral, antiguo compañero de junta del actual candidato, tenga la oficina de la presidencia del Círculo de la Salud al mismo COMB donde también trabaja el hijo a la asesoría jurídica que controla el proceso electoral. Todo queda en casa.
Debemos entender que la solución a muchos de nuestros problemas profesionales actuales, como son la precariedad laboral o la falta de voz en las organizaciones sanitarias, también implican reformar el COMB. Tenemos que conseguir que deje de ser una organización exclusiva secuestrada por una élite extractiva y que se transforme en una institución moderna, inclusiva, democrática y transparente. La tarea no es fácil. Hemos comprobado que el sistema electoral poco democrático no lo permite. Tampoco han sido efectivas las ayudas solicitadas a los departamentos de Justicia y de Salud de la Generalitat. Dicen que no es de su competencia, que tenemos que ir a los tribunales. Ya lo hemos hecho por el proceso electoral pero no podemos poner demandas a cada uno de los aspectos que entendemos como abusos de poder.
Nosotros no tenemos prisa, esperaremos la sentencia judicial que nos permita participar en un proceso electoral, transparente, público, democrático y participativo que sirva para airear una institución en beneficio de la ciudadanía y la profesión.
Escribe tu comentario