Frente común entre PSC y Junts para garantizar que los clubes cannábicos cumplan la normativa

El Ayuntamiento de Barcelona intensificará la vigilancia sobre los clubes cannábicos de la ciudad. Así lo ha acordado el grupo municipal de Junts per Barcelona con el gobierno de Jaume Collboni, en el marco de la Comisión de Presidencia, Seguridad y Régimen Interior celebrada la mañana de este 19 de marzo. 

El objetivo es garantizar que estas asociaciones cumplan con la normativa vigente y luchar contra el aumento de la oferta de productos derivados del cannabis.

El presidente del grupo de Junts en el consistorio, Jordi Martí Galbis, ha defendido la necesidad de actuar de manera decidida. “Barcelona no puede ser la capital europea de la droga”, ha asegurado Martí, quien ha pedido más recursos para combatir el cultivo y la venta de cannabis y sus derivados.

Durante la comisión, el grupo de Junts ha presentado una proposición que ha sido aprobada con el apoyo de todos los grupos, salvo la abstención de los Comuns. El acuerdo contempla cuatro medidas clave:

Refuerzo de las inspecciones. La Guàrdia Urbana y la Dirección de Servicios de Inspección realizarán un seguimiento permanente para verificar que los clubes cannábicos cumplen con la legalidad y las normas municipales. Los avances de estas inspecciones se presentarán en la Comisión de Presidencia, con un primer informe dentro de seis meses.

Aumento de la presión policial sobre los puntos de cultivo y venta ilegal de productos derivados del cannabis.

Petición al Gobierno de España para que prohíba los productos que contienen CBD y HHC, y modifique los niveles de THC permitidos, en línea con los trabajos de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas (CND), con el objetivo de frenar su cultivo, venta y el aumento de la conflictividad asociada.

Reclamación al Estado para que aborde la regulación de las asociaciones de consumidores de cannabis, dada la falta de normativa clara, tal y como ha quedado reflejado en sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y del Tribunal Supremo.

Martí ha agradecido la voluntad de diálogo del gobierno municipal, que ha permitido aprobar la propuesta. “La lucha contra las drogas y los derivados del cannabis es una preocupación tanto social como institucional”, ha subrayado. Además, ha recordado que el teniente de alcalde, Albert Batlle, ha expresado en varias ocasiones su intención de trabajar para cerrar todos los clubes cannábicos de la ciudad.

“El combate contra la droga en Barcelona está más que justificado”, ha insistido el líder de Junts. “No sé si estamos ganando la guerra contra la droga, pero hay que ir batalla a batalla y dotarnos de más recursos”.

Martí también ha puesto el foco en el incremento de tiendas que venden productos cannábicos, como los cigarrillos de HHC, y que, en algunos casos, se camuflan como comercios de souvenirs, citando como ejemplo algunas tiendas en la calle Ferran, muy cerca del Ayuntamiento. “Esto desprestigia la ciudad y transmite la imagen de que en Barcelona todo está permitido”, ha denunciado.

Respecto al HHC, Martí ha recordado que la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas ha clasificado recientemente esta sustancia como prohibida para el uso recreativo, y ha reclamado que el Gobierno de España adapte cuanto antes la legislación estatal para regular el sector.

En relación con los clubes cannábicos, ha destacado la inseguridad jurídica que genera el vacío legal en torno a su regulación. “Aunque el Ayuntamiento no tiene competencias para prohibirlos, es imprescindible la intervención del legislador para dar seguridad jurídica y evitar su implantación”, ha afirmado.

Finalmente, ha reclamado inspecciones regulares y un trabajo coordinado entre la Guàrdia Urbana y los Servicios de Inspección, así como una mayor implicación del Gobierno central. “El PSC debe activarse también a nivel estatal y no dejarlo solo como una reclamación desde Barcelona”, ha concluido.

Martí ha agradecido el apoyo recibido para sacar adelante la iniciativa y ha sentenciado que “Barcelona no puede ser la capital europea de la droga ni del cannabis”.