La Ley de IA de la UE: ¿avance o retroceso para la privacidad en la calle?

El 2 de febrero, la Unión Europea marcó un hito ambivalente con la entrada en vigor de la primera fase de su Ley de Inteligencia Artificial (EU AI Act). Si bien se presenta como un avance en la regulación de esta tecnología, un análisis detallado revela una preocupante erosión de la privacidad en Europa.

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Iagemini
Imagen de un robot creado a través de Gemini.

 

El corazón del debate se centra en el Artículo 5 de la ley. Este artículo establece la prohibición del uso de sistemas de identificación biométrica en espacios públicos por parte de las fuerzas del orden. No obstante, la aparente protección se diluye con una serie de excepciones amparadas en la ambigua premisa de "estricta necesidad". 

Esta formulación permite justificar el uso de estas tecnologías bajo diversas circunstancias, desde la búsqueda de personas desaparecidas hasta la prevención de delitos o la lucha contra el terrorismo. La vaguedad en los criterios de "amenaza inminente" o "riesgo sustancial" abre un abanico de interpretaciones que pueden llevar a un despliegue generalizado de herramientas de vigilancia.

La sombra de la vigilancia masiva

Expertos y organizaciones de derechos humanos han alzado su voz contra lo que consideran una legalización encubierta de la vigilancia biométrica masiva. Argumentan que la falta de precisión en la definición de las excepciones permite un uso desmedido de la identificación biométrica, erosionando la privacidad de los ciudadanos en nombre de la seguridad. La vigilancia ubicua se presenta como un escenario distópico donde el control de los individuos se vuelve absoluto.

El papel de la industria tecnológica

La situación se agrava con el respaldo de gigantes tecnológicos como Amazon, Google y OpenAI, quienes participan en el llamado "Pacto de IA". Este pacto, en lugar de reforzar la protección de los ciudadanos, parece allanar el camino para un control sin precedentes. La influencia de estas empresas en la elaboración de la ley genera dudas sobre la verdadera finalidad de la regulación.

Un debate necesario

La entrada en vigor de la Ley de IA de la UE plantea interrogantes fundamentales sobre el equilibrio entre seguridad y privacidad en la era digital. La ambigüedad de la ley, sumada a la influencia de la industria tecnológica, dibuja un panorama preocupante donde la vigilancia masiva podría convertirse en la norma. Es imprescindible un debate público y transparente que involucre a expertos, organizaciones de derechos humanos y ciudadanos para garantizar que la tecnología se utilice en beneficio de la sociedad y no en su detrimento.

El artículo 5 de la Ley de IA de la UE prohíbe el uso de sistemas de inteligencia artificial que sean perjudiciales, manipulativos o discriminatorios. Sin embargo, hay una excepción para los sistemas de IA que se utilizan para fines de aplicación de la ley.

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