El inquilino que convirtió la vida de una familia en Mataró en un auténtico infierno
Una demanda judicial, amenazas de muerte y un historial de daños: el ‘calvario’ de un propietario con su inquilino incontrolable
Una situación de acoso que ha durado más de tres años está llevando al límite a una familia de Mataró. Ramon, propietario de un piso en el que vivía con su pareja y sus dos hijas pequeñas, nunca imaginó que la decisión de alquilar su vivienda se convertiría en una auténtica pesadilla. Todo comenzó cuando, tras mudarse a una nueva casa con jardín, dejó el piso en manos de una agencia inmobiliaria para que gestionara el alquiler. El inquilino, un hombre de 58 años que se acababa de separar y tenía un salario aparentemente estable, parecía ser una opción ideal. Sin embargo, el primer pago del alquiler nunca llegó.
Según ha publicado Ara, el desalojo de este inquilino estaba previsto para el verano de 2024, pero debido a su situación de vulnerabilidad económica, según la sentencia judicial, el proceso se ha retrasado varias veces. Desde ese momento, la vida de Ramon, su familia y los vecinos del bloque de viviendas se convirtió en un verdadero calvario. El inquilino comenzó a realizar "represalias", dañando propiedades y amenazando a varias personas, incluidos los familiares de Ramon, según ha denunciado el propietario al citado medio. Las pintadas en las puertas, la basura en las escaleras, el robo de fusibles y la manipulación del ascensor fueron solo algunos de los incidentes.
El acoso se intensificó cuando el hombre, en su ataque a la familia de Ramon, empezó a utilizar orina y excrementos para ensuciar las entradas de las casas, una conducta que fue grabada por una cámara de seguridad instalada en la puerta de la madre de Ramon. "Reventó el espía con un destornillador y le tiró orina al interior de la casa", relata Ramon, visiblemente afectado. También utilizó excrementos para manchar las cerraduras de los edificios y las buzones.
El hecho más grave ocurrió el 17 de noviembre, cuando la madre de Ramon fue atacada directamente. Tras ver al inquilino nuevamente arrojando orina al interior de su vivienda, fue perseguida por él mientras llevaba una llave inglesa de gran tamaño y la amenazaba de muerte. La situación se resolvió con un despliegue de los Mossos d'Esquadra, que detuvieron al agresor. Sin embargo, los problemas no terminaron ahí, ya que, según los vecinos, el hombre regresó a su casa en pocas horas tras ser detenido.
La sentencia reciente, que condena al inquilino por daños, obstrucción a la justicia y amenazas, incluye dos órdenes de alejamiento respecto a Ramon y su madre. No obstante, aunque se le ha ordenado mantener distancia, el hombre sigue residenciado en el piso que alquiló hace tres años. La familia y los vecinos esperan que, finalmente, las órdenes de alejamiento logren poner fin al angustioso acoso al que han sido sometidos.
Un largo proceso judicial y un historial de estafas
El propietario asegura que el inquilino es un "estafador profesional" y que ha utilizado el sistema judicial para presentar múltiples denuncias falsas contra él, con el fin de detener las causas abiertas en su contra. La situación continúa siendo un desafío para la familia de Ramon, que teme por su seguridad. A pesar de las medidas legales, el inquilino sigue sin abandonar la propiedad, y Ramon espera que la justicia finalmente se haga efectiva.
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