Jordi Mancebo y Lluís Cabré, el factor humano en Medicina Intensiva

Hace poco más de una semana, me enteré de la pérdida del doctor Jordi Mancebo, catalán universal y referente mundial de la ventilación mecánica en las UCIs. Jefe de Servicio de la UCI del Hospital Universitario de Sant Pau, Jordi llevó a cabo innovadoras investigaciones clínicas y fisiológicas en el campo de la ventilación mecánica y la insuficiencia respiratoria aguda, firmando más de 230 artículos en las revistas internacionales más prestigiosas. Pero no pretendo hacer una glosa hagiográfica de su figura, respetada y querida en el mundo de la Medicina Intensiva. La prensa médica y la general ya se han ocupado de ello. Les hablaré del papel clave, en su trayectoria científica y humana, que tuvo su amistad con otra personalidad de la Medicina Crítica, el doctor Lluís Cabré ex jefe de la UCI de SCIAS Hospital de Barcelona.

Thelma y Louise

Hace un puñado de años, los dos médicos, que ya disfrutaban de una larga y firme amistad, decidieron realizar un viaje en coche descapotable. Entonces les dije que parecían Thelma y Louise, protagonistas de ese famoso “road movie” dirigido por Ridley Scott. En ese momento, el chiste les hace reír mucho, pero negaron todo parecido  con la realidad. Con el tiempo, la trayectoria de su amistad trazó evidentes paralelismos con esa película que explicaba magníficamente la transformación de dos mujeres muy distintas enfrentadas a unas circunstancias muy difíciles.

Como las protagonistas del filme, compartieron muchas cosas: su pasión por mejorar la vida de los pacientes críticos y su trabajo infatigable por hacer avanzar la especialidad. Jordi investigando cómo adecuar la respiración artificial de los pacientes intubados y Lluís haciendo grandes aportaciones de cómo optimizar su sedación para conseguir aumentar la supervivencia y la calidad de vida post-UCI. Incluso sus distintas personalidades eran complementarias. Juntos ejemplifican muy bien el factor humano que ha prestigiado la Medicina Crítica catalana en todo el mundo.

El factor humano en las UCIs

Ambos pertenecen a la segunda generación de intensivistas que han hecho mayor una especialidad casi desconocida y que sólo la desgraciada pandemia ha dado a conocer al gran público. Tomaron el relevo de Àlvar Net, Antoni Tomasa, Jordi Klamburg y otros pioneros que definieron la Medicina Intensiva como área de conocimiento. Jordi y Lluís lo hicieron con entusiasmo, con espíritu innovador y una visión lúcida del bienestar de los pacientes. Estoy seguro de que su legado científico y humanista han contribuido al éxito con que las UCIs de nuestro país se enfrentaron el cataclismo sanitario de la pandemia de Covid-19. Un episodio muy grave que planteó tanto problemas técnicos de soporte vital que los trabajos de Jordi Mancebo contribuyeron a resolver como problemas de sufrimiento y decisiones difíciles que la búsqueda de Lluís Cabré en sedación y Bioética permitieron superar.

Una amistad que trasciende el tiempo

Estoy seguro de que tanto para Lluís Cabré como para mí, mientras alguien recuerde a Jordi él seguirá entre nosotros. Más allá de los méritos de Jordi (miembro honorario de la European Society of Intensive Care Medicine, Premio a la Excelencia profesional del COMB y con otros muchos galardones internacionales) y de Lluís (Presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, también protagonista de que su UCI consiguiera el Premio a la Excelencia profesional del COMB y otros muchos), lo que más recordaré es su amistad, un vínculo indisoluble que ha beneficiado a nuestra Sociedad .

Por suerte podré seguir disfrutando de la amistad y de la entrañable y brillante erudición de Lluís Cabré, un buen amigo que siempre me hará notar la presencia amable e inteligente de Jordi Mancebo. Porque la verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio.