En toda Europa está proliferando un tipo de prensa amarilla y sensacionalista más dispuesta a vender titulares que a difundir información veraz y contrastada. Siempre es lamentable esta carencia de Ética Periodística, pero ahora con los ciudadanos alarmados por las infecciones respiratorias agudas (IRAG) de sus niños, este tipo de desinformación adquiere la categoría de lacra social. Basta con detenerse ante un quiosco o poner en marcha la televisión para ver a algunos titulares más propios de guionistas de películas de terror que de periodistas bien informados. Además, la miserable operación de desinformación ha inundado también a las redes sociales generando una verdadera campaña de terror que deja atónitos a muchos de nuestros ciudadanos.
En este escenario, no me queda más remedio que dirigirme a mis lectores intentando preservar su legítimo derecho a disponer de información rigurosa para que puedan tomar las mejores decisiones respecto a su salud y a la de sus familias.
Les daré la opinión de un médico clínico preocupado por la infundada alarma que han generado algunos alocados indocumentados.
Los pediatras y los epidemiólogos estaban preparados para el brote de bronquiolitis
No es cierto que a los profesionales sanitarios les haya sorprendido la pandemia. Decir esto no se corresponde a la realidad. Cada año se producen brotes de bronquiolitis que tensan la capacidad asistencial de Centros de Salud y hospitales. El actual no es ninguna novedad. Todos los equipos de Pediatría y de Urgencias se habían preparado para su llegada. Ciertamente, este brote de bronquiolitis ha llegado unas semanas antes que otros años (se estima que el pico se producirá en los próximos días) y que sería deseable que a todos los lactantes se les hiciera un test para virus respiratorio sincitial-VRS (todavía no es mandatorio para todos los casos de bronquiolitis clínica y semiológica), pero lo cierto es que la inmensa mayoría de casos son leves y evolucionan bien con tratamiento sintomático. Además, existen fármacos más específicos y una vacuna pendiente de aprobar por la European Medicines Agency (EMA).
La bronquiolitis por VRS no es, ni mucho menos, la Covid de los niños
Algunos diarios han denominado a esta enfermedad como la Covid infantil. Es una barbaridad. La infección por SARS-CoV-2 hasta la variante delta fue una enfermedad muy desconocida en el primer brote y que se acompañaba de una tasa de complicaciones significativa, sobre todo cuando se convertía en una neumonía Covid por tormenta citoquínica. Afortunadamente, la vacunación hizo mutar al virus y a partir de ómicron se ha convertido en una infección mucho más leve. Muy distinto es el virus respiratorio sincitial (VRS) bien conocido que afecta sobre todo a lactantes de menos de un año y produce relativamente pocas complicaciones. Nada que ver. Vender diarios no justifica alarmar injustificadamente al ciudadano.
Siempre se necesitan más recursos sanitarios pero con los que existen, bien gestionados, lo superaremos
Los ingresos hospitalarios de niños de 0 a 4 años representan sólo el 5% del total de ingresos. Aunque crecieran puntualmente cuatro veces serían perfectamente asumible por nuestra red hospitalaria. Sólo habría que reconvertir boxes de urgencias y camas de adultos en pediátricos. Y me consta que ya se está haciendo. En cuanto a las camas de UCI pediátrica (UCIP), nuestros médicos y enfermeras intensivistas de adultos ya superaron la pandemia con buena nota y supervisados por los magníficos Pediatras de los que disponemos no tengan ninguna duda que ofrecerán una atención de excelencia a nuestros niños enfermos. Respecto a los Pediatras de Atención Primaria, desgraciadamente tendrán que enfrentarse a una intensificación de la demanda, pero seguirán demostrándonos su resiliencia y profesionalidad, virtudes que a menudo no hemos sabido apreciar lo suficiente.
Nuestros niños están en las mejores manos
A los padres de un niño enfermo no se les puede pedir que no se preocupen. Ni mucho menos. Pero deben saber que en Catalunya tenemos la suerte de contar con profesionales como el Dr. Frederic Raspall, el Dr. Xavier Demestre y otros muchos que fundaron una excelente generación de Médicos Pediatras que son admirados en todas partes. Respecto a la Enfermería Pediátrica deben saber que es un colectivo respetado mundialmente porque es pionero en comunicación, gestión de cuidados y recursos, docencia, investigación y competencias de intervención. No deben tener ninguna duda de que nuestros niños están y estarán en las mejores manos.
Los periodistas no especializados en salud harían bien en contrastar la información con expertos sanitarios
En Catalunya tenemos la suerte de disponer de algunos periodistas científicos de excelencia como Josep Corbella de la Vanguardia y otros. Sin embargo, los directivos de prensa y televisión, sino tienen en su nómina a este tipo de periodistas, deberían consultar a expertos sanitarios. Una simple llamada a entidades como el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) sería suficiente para consultar con profesionales que podrían contrastar la información y ahorrar titulares tan ridículos e ilusorios como inverosímiles.
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