2.448.694 catalanes con "derecho a decidir" o no una Amnistía

Hay un encaje en la Constitución del vital y necesario referéndum que debe darse a día de hoy en Catalunya sobre la propuesta de Amnístia que han puesto sobre la mesa diferentes partidos políticos al unísono. Ese encaje se conoce como elecciones y es de mucha relevancia democrática consultar en las urnas un tema como una amnistia generalizada a los artífices del "procés". 

Ningún partido en la actualidad está legitimado, por ninguna urna, para acometer semejante variación de nuestra convivencia colectiva. Simplemente porque en los últimos comicios del 23J dicha cuestión fue negada por aquellos que ahora la defienden con devoción, en un acto renovado que recuerda de forma coral y nítidamente a  cuando Pedro negó a Jesús de Nazaret en la Biblía, hasta en tres ocasiones. Para en el siguiente acto de la trama bíblica Judas decidiera venderlo por 30 monedas de plata al Sanedrí. Así mientras unos insistían en proponerla reiteradamente, en la otra orilla otros negaron por activa y por pasiva estar dispuestos a aceptarla y estar negociandola, porque no encajaba dentro de nuestra Constitución. No me crean, y tiren de hemeroteca y lean, lean con atención, ustedes solos.  

Pero volviendo al tema que  nos ocupa esa solución idónea, a este monumental desaguisado pretende colocar a muchos de sus "piromanos" como relucientes "bomberos salvadores". Esa figura de "bombero-pirománo" que es tan cierta, real y vieja como Erostráto. 

Catalunya,y quienes vivimos en esta nuestra tierra, no de unos sinó de todos, somos moneda de cambio de quienes quieren interpretar nuestro "voto" a su sola conveniencia sin una "reconsulta" en las urnas, dado que nuestro sistema electoral no es doble vuelta como el francés, pero debería serlo para evitarnos a todos el espectáculo actual. 

Es lícito que sea con nuestro voto cómo decidamos gobernarnos sin que nadie en nuestro nombre aborde las  cuestiones importantes sobre las que no hemos sido consultados, ni informados en tiempo y forma. ¿Queremos qué los partidos usen votos suyos para cederlos a grupos en el Congreso que no fueron sus destinatarios en las urnas?. ¿Tras los indultos que han rebajado condenas queremos escribir en nuestra historia un olvido amnésico colectivo aplicando alguna de las tipologías de amnístia que tan claras tiene Yolanda Díaz y que nos explica a todos como a niños chicos?. ¿Es cierto que en nuestro país todo lo sucedido tiene que ser borrado y olvidado?. ¿Existe una ley para unos y otra divina para otros?. ¿Podemos hasta la Amnístia quemar Catalunya de arriba abajo sin consecuencia alguna para nadie nuevamente?. ¿Eso Suma?. ¿Así es cómo queremos vivir y asentar nuestra convivencia, basada en el "todo vale" y "nada importa"?. 

Todos hemos comprado en algún momento de nuestra vida que lo democrático es votar y que es la expresión máxima del libre ejercicio a decidir sobre lo que queremos o no. Es cierto, y lo es más, que para tomar las mejores decisiones es necesario que todos tengamos la misma información y la comprendamos, porque si a alguién le falta un trozo seguramente sólo tome su decisión con respecto a lo que sabe, ignorando lo que desconoce o no entiende, que le haría o no cambiar de opinión, pero es su derecho conocer todos los detalles sobre el asunto sobre el que va a emitir su voto. 

Es un poco lo que pasó el pasado 23J cuando algunos decidieron ocultarnos una información tan relevante como una aministía que afectará irremediablemente a los cimientos de nuestra convivencia, sin vuelta atrás. Una decisión que quieren tomar los "que saben por nosotros lo que más nos conviene" en un "todo para el pueblo pero sin el pueblo" versión 2023. 

Hay quién tiene 50.000 motivos económicos de peso para no dejarnos decidir a todos si la Amnistía es la respuesta que queremos darle al "procés" en Catalunya. Y eso debería hacernos despertar a todos, que otros se empecinen en decidir por nosotros. 

Así que sí, retrocedamos un paso y pongamos de nuevo las urnas en los colegios electorales de todo el país, con las garantías debidas de control de censo y recuento de votos. No como en el 1-O donde ir a votar no fué más que "un paripé" más, una chupi fiesta macabra sin rigor democrático real ni validez alguna. 

Votemos todos y cuando aquellos a los que nos interesa dar nuestra opinión sobre esta amnistía planteada desde Waterloo, refrendada desde la Plaça Sant Jaume y aupada desde Moncloa nos posicionemos, me gustaría saber si será respetada la opinión de las urnas en Catalunya y que será clara para todos.

Porque votando volveremos a expresarnos contundemente sobre lo que opinamos de los 855.517 catalanes que dan apoyo al procés y que quieren imponerse a los que queremos vivir en paz y somos un total de 2.448.694  catalanes, más o menos.  

Los catalanes hablamos el pasado 23J y queremos volver a pronunciarnos. ¿Votamos?.