El sector social de Barcelona se planta: "El amor no paga facturas"
Las trabajadoras se manifiestan contra la desigualdad salarial, la sobrecarga laboral y la falta de políticas de vivienda
Este martes, una manifestación tuvo lugar en Plaça Sant Jaume de Barcelona, donde centenares de trabajadoras del sector social se unieron en una protesta contra la precariedad laboral que sufren día a día. Esta movilización se celebró coincidiendo con el Día Europeo de la Igualdad Salarial, un contexto relevante dado que las manifestantes exigen una mejora en las condiciones laborales y salariales. Organizada por la Assemblea de Plataformes de Famílies i Treballadores del Sector Social, la manifestación fue un grito colectivo por un sector esencial que sigue siendo invisibilizado y mal remunerado.
Las principales demandas de las trabajadoras del sector social se centran en la mejora de sus condiciones laborales y salariales. Entre las exigencias destaca la equiparación de sus salarios y condiciones con los del sector público, además de la eliminación de la doble escala salarial que actualmente afecta a quienes trabajan en ciclos continuos y generales. También exigen un incremento salarial en función de las tarifas de los servicios financiados por la administración, buscando una relación más justa entre lo que reciben y el valor que aportan a la sociedad.
Además, denuncian la externalización y precarización del sector. Las trabajadoras piden un mayor control sobre las empresas que gestionan servicios públicos para evitar que prioricen los beneficios sobre la calidad del servicio que brindan. Las administraciones públicas son señaladas por no asumir la responsabilidad que les corresponde en la protección de estos derechos laborales fundamentales.
Otro de los puntos que más caló en la protesta fue el derecho a la huelga. Las manifestantes reclamaron el fin de los servicios mínimos del 100%, que en muchas ocasiones impiden que las trabajadoras ejerzan su derecho a protestar. En este contexto, las cuidadoras familiares también alzaron su voz para exigir el reconocimiento laboral y social de su trabajo. Reclamaron, además, el derecho a decidir si quieren asumir este rol y el acceso a formación especializada en áreas como enfermería, psicología, nutrición y fisioterapia.
En cuanto a las políticas de vivienda, las trabajadoras subrayaron la necesidad de medidas valientes que garanticen el acceso a la vivienda, una problemática que se ha intensificado con la precariedad y que impacta directamente en las familias trabajadoras.
Durante la manifestación, se llevaron a cabo acciones simbólicas como la colocación de lápidas con mensajes como “DEP Conveni d’Acció Social” y “Morta per precarietat, oblidada per l’administració”. También se portó un féretro con el epitafio “Enterrades en vida”, un reflejo del agotamiento y la falta de apoyo a las trabajadoras del sector social. Los cánticos de protesta, como “L’amor no paga les factures” y “L’educació no omple la nevera”, resonaron en la plaza, visibilizando las dificultades económicas que enfrentan a diario.
Además, las delegadas de la protesta entregaron un manifiesto a los responsables políticos de la Generalitat, con la esperanza de que sus demandas sean tomadas en cuenta. Una reunión importante está programada para el 19 de febrero, cuando se reunirán con Raul Moreno, secretario general de la Conselleria de Drets Socials i Inclusió, para discutir sus reivindicaciones.
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