Guía para acabar con los pisos turísticos en tu comunidad: todo lo que debes saber

El auge del alquiler vacacional sigue generando tensiones en muchas comunidades de propietarios, especialmente en zonas turísticas. En la comunidad de vecinos de José Antonio Carmona se ha logrado frenar la proliferación de pisos turísticos con una estrategia clara y eficaz, según informa en un artículo en Xakata.

Convocatoria de la reunión

La reunión de propietarios se celebró recientemente con el objetivo de abordar esta problemática. Como presidente de la comunidad, José Antonio Carmona convocó el encuentro e incluyó en el orden del día la propuesta de prohibir nuevos pisos turísticos en el edificio.

Según el artículo 17.12 de la Ley de Propiedad Horizontal, esta medida requiere la aprobación de tres quintas partes de los propietarios. La normativa establece que:

"El acuerdo expreso por el que se apruebe, limite, condicione o prohíba el ejercicio de la actividad a que se refiere la letra e) del artículo 5 de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos, en los términos establecidos en la normativa sectorial turística, suponga o no modificación del título constitutivo o de los estatutos, requerirá el voto favorable de las tres quintas partes del total de los propietarios que, a su vez, representen las tres quintas partes de las cuotas de participación".

Debate y votación: una decisión contundente

La comunidad, compuesta por 14 propietarios, debatió sobre la medida. No se buscaba eliminar las viviendas turísticas ya establecidas, sino evitar la aparición de nuevas.

Durante la reunión, se planteó la pregunta clave: "¿Está usted a favor de prohibir la apertura de nuevos pisos turísticos en el edificio?".

El resultado fue claro: 10 de los 14 propietarios votaron a favor, superando el mínimo requerido.

Además, se acordó establecer un recargo del 20% en la cuota comunitaria para los propietarios que ya operaban alquileres turísticos de forma legal, así como exigirles documentación que acreditara su legalidad y un seguro de responsabilidad civil que cubriera posibles daños en las zonas comunes.

Formalización del acuerdo y registro

Una vez aprobada la medida, todos los propietarios fueron notificados, abriéndose un plazo de 30 días naturales para presentar impugnaciones.

Superado este período sin oposiciones, la comunidad procedió a formalizar la modificación de los estatutos ante notario y a inscribirla en el Registro de la Propiedad. Este paso es fundamental para garantizar que la prohibición tenga efectos legales sobre futuros compradores de viviendas en el edificio.

El proceso de inscripción incluye:

• La presentación de la escritura notarial junto con el acta de la junta aprobada.
• Una vez inscrita, cualquier nuevo propietario quedará legalmente obligado por la prohibición.

Un modelo para otras comunidades

Gracias a estos pasos, la comunidad de José Antonio Carmona ha conseguido preservar la tranquilidad del edificio y evitar su conversión en un alojamiento turístico masificado. Xataka ha abordado en varias ocasiones esta problemática y este caso demuestra que la organización vecinal puede marcar la diferencia.

Para otras comunidades que enfrenten situaciones similares, este método ofrece una vía efectiva, legal y clara para proteger la convivencia y evitar la saturación turística en edificios residenciales.