¿Para qué te quieres enriquecer?

Óscar Hernández Bernalette
Diplomático

Catalunyapress uscong

 

Una carta de 7 senadores Republicanos y Demócratas del Congreso de los Estados Unidos envía dos mensajes al Presidente Biden, uno relacionado a profundizar las relaciones con el Ecuador y la otra "by inmediately holding  accountable"  al expresidente Rafael Correa por actos de corrupción y violación de Derechos Humanos. Esta carta que circula por las redes y medios internacionales y sin querer indagar sobre su aplicabilidad por un país en donde el referido no esta sancionado por una corte, igual me hace preguntarme que nos ha pasado en américa latina con la clase política y que a todas luces la ambición de poder y enriquecimiento están  a la orden del día.

 

Por ello, reitero, una reflexiones que a manera de pregunta, me he hecho anteriormente y he compartico con mis amables lectores en esta misma pagina. ¿Por qué alguien quiere ser político? Las respuestas elementales nos dan dos opciones, por amor a la patria o por servir al prójimo. Con el tiempo vamos descubriendo que esta ecuación es mas compleja. La política para muchos es un trampolín para tener poder. ¿Para que quieren ese poder.? Para seguir sirviendo al prójimo o para enriquecerse. Pero ¿para qué te quieres enriquecer? Para vivir mejor y tener poder. Muchos seres humanos se quedan en la primera premisa. Riqueza para vivir mejor. Totalmente legitimo. Para otros, es el poder para tener riqueza. En esa ecuación entran entonces muchos de los políticos profesionales. Los de la primera premisa  trabajan y hacen dinero, los segundos para alcanzar la misma riqueza no les queda mas remedio que robar no a sus vecinos, ni las de los bancos, sino las arcas del estado. Es entonces allí donde la política y los políticos se denigran y los verdaderas motivaciones  de su actuación se hace visible  sin mayor dificultad. Entonces no hay ni amor a la patria, ni amor al prójimo. Quien quita lo que no le pertenece, no lo trabajo con honestidad y esta en la política es un estafador de sueños. 

 

Cuando descubrimos las andanzas a lo largo y ancho de américa latina de políticos envueltos en las corruptelas de Odebretch, que incluye presidentes ministros, funcionarios etc., entonces comprobamos la primera premisa. La corrupción es simplemente eso, desamor por la patria y el prójimo.  Veamos el caso de Venezuela, cuantos dinero y cuantas fortunas se han hecho en nombre la política, de la revolución. El día que se conozca , si es posible, las cifras exactas de los millones de dólares estafados a la nación por unos pocos para quitarle a muchos quedaremos atónitos, el caso del ex presidente de PDVSA es elocuente.  Una cosa es presumir  y otra comprobarlo. Por ejemplo, lo que el mundo ve de Venezuela es pobreza, mucho deterioro, mucha lucha por el poder y mucho político con cargos públicos enriquecidos,  viviendo tan holgadamente que es imposible calcular cómo con la estrechez de ingresos que tienen funcionarios que oscilan entre 20 y 100 dólares mensuales  pueden tener tanta holgura. Los millones de asalariados públicos o privados de la nación que no tienen poder, por el contrario apenas les alcanza para vivir. 

 

No se en que terminara el caso del Sr. Correa, pero ciertamente triste que tantos expresidentes y altos funcionarios estén señalados por corrupción y uso del poder para controlar sus sociedades.

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