América Latina y el Caribe: ¿tiempos de borrascas o de tormentas?

Jaime Ensignia
Jaime Ensignia, sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín

Jaime Ensignia, sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Fue director sociopolítico de la Fundación Friedrich Ebert en Chile (1994-2014). Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21. Colaborador del Barómetro de Política y Equidad.

Un mundo en crisis

 

Tenemos un panorama internacional plagado de incertidumbres y de grandes crisis. Partiendo con la guerra ruso – ucraniana, sus consecuencias y sus daños colaterales, en los dramáticos movimientos migratorios de la población ucraniana, en la economía mundial, especialmente por los efectos de la recesión económica que azota a la mayoría de los países europeos. y, también merece la mención los fenómenos de la crisis climática en vastas zonas del continente africano e incluso en el viejo continente y, en otras partes del globo terráqueo. Las transformaciones drásticas en el mundo del trabajo, la Inteligencia artificial (IA), la inflación etc. son parte de este mundo en total transformación y convulsión. Actualmente, el conflicto palestino – israelí, provocado por la incursión del grupo terrorista Hamas en territorio de colonos israelitas y, las respuestas desmedidas del gobierno israelí con sus acciones militares genocidas afectan directamente a la población de Gaza y ponen en tensión a las naciones del viejo continente como también a los países de América Latina y el Caribe (ALyC). 

 

Los temas para ALyC siguen siendo los mismos y, agudizándose dramáticamente algunos de ellos: la pobreza y la extrema pobreza; la desigualdad política, económica y social en la casi totalidad de las naciones latinoamericanas; las consecuencias de los fenómenos del cambio climático; los temas de la seguridad y el narcotráfico que padecen la mayoría de  las naciones del continente; el debilitamiento del sistema democrático; la pandemia de la corrupción y, por ende; una creciente desacreditación de los partidos políticos. Un factor importante de relevar es el aumento de los partidos y movimientos catalogados de extrema derecha o ultraderecha, caso último, el ascenso meteórico de Javier Milei en Argentina, hoy presidente de la nación. Los regímenes autocráticos, autoritarios o bien dictaduras en la región, como en Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Cuba vienen a fragilizar aún más las democracias en el continente. 

 

Escenario electoral 2023

 

Cuatro elecciones presidenciales han marcado el devenir de la región y, una interna, en Colombia, en donde los resultados para el presidente G. Petro, no fueron positivos.  Tres de estas elecciones presidenciales estaban en el calendario regular de los países, en Paraguay, Guatemala y Argentina. Ecuador, sorprende con su elección presidencial por el llamado del ex presidente Lasso a elecciones anticipadas debido a su renuncia.

 

En Paraguay, el 30 de abril sale elegido, el candidato del tradicional conservador Partido Colorado y Asociación Nacional Republicana (PC-ANR), Santiago Peña con el 42,74% de los votos imponiéndose sobre el candidato Efraín Alegre de la agrupación política “Concertación para un Nuevo Paraguay” que logró el 27,48% de los votos. El Partido Colorado (PC) ha perdido una sola elección presidencial en los últimos 76 años, es una máquina de poder inigualable en el contexto latinoamericano. Cabe recordar, que PC fue el partido en donde apoyó una de las dictaduras más siniestras del continente, la dictadura de Alfredo Stroessner. 

 

En Guatemala, el 20 de agosto del presente año, se impone en el balotaje el líder del Partido Semilla, agrupación progresista de centro izquierda, Bernardo Arévalo con el 58% de los votos superando a la candidata del Partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que logra el 37,2% de los votos. Sin embargo, el triunfo de Arévalo se ha visto empañado por una serie de denuncias y judicialización por parte de la Fiscalía Especial contra la Impunidad del Ministerio Publico. Esta, es la elección más compleja desde el “retorno” a la democracia en Guatemala. Por su parte, la oligarquía guatemalteca y los poderes fácticos hacen todo lo posible para impedir la asunción -14 de enero próximo- del gobierno de Arévalo, intentado un golpe de Estado blando en contra del presidente elegido. Presidentes de la región, organismos internacionales como la OEA, la ONU, personeros del gobierno de los EEUU y, otros del continente han puesto señal de alerta por este posible atentado de golpe a la soberanía del pueblo guatemalteco de elegir libremente su presidente. 

 

En Ecuador, el ex presidente G. Lasso convoca a elecciones anticipadas para evitar su destitución que estaba a punto de producirse. De este modo, la segunda vuelta se realiza el 15 de octubre pasado y, sorprendentemente es derrotada la candidata del correismo, Luisa González que logra el 48,72% de los votos por el candidato de la derecha conservadora, Daniel Novoa, el cual alcanza el 52,28% de estos comicios. Habría que señalar que Novoa tendrá tan solo dos años de gestión presidencial que es el período que debería haber cumplido el ex presidente Lasso. También, estas elecciones ecuatorianas se dieron en un escenario extremadamente fogoso (88 casos de violencia política), la seguridad de los ciudadanos y de los representantes políticos y sociales ha sido fuertemente puesto en cuestión por la acción de estos grupos narcos. Incluso, previo a la primera vuelta un pre candidato presidencial Fernando Villavicencio del Movimiento Construye y Gente Buena fue asesinado por una banda de narco traficantes. 

 

Argentina, país clave e importante para Chile, en la segunda vuelta del 19 de noviembre se impone el candidato de la ultraderecha, el libertario “anarco capitalista”, Javier Milei, del Partido La Libertad Avanza (LLA). La distancia de votos entre Milei y Massa es notable. Una diferencia que la gran mayoría de los expertos y quizás todo ellos, nunca pensaron ni soñaron con aquel resultado. Milei: alcanza el 55,7%; y, Massa logra el 44,2%, es decir una diferencia de 11,5% a favor del candidato ultraderechista. Algunos expertos electorales no les sorprende el 55,7% de Milei, puesto que se lo explican por el trasvasije de votos de la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. En la primera vuelta electoral, Bullrich logra el 23,8% y el candidato Milei, el 30% lo que alcanza un 53,8% de la votación. Aquí, el apoyo del ex presidente Macri y la candidata derrotada en la 1ra. vuelta, Bullrich fue decisivo para este triunfo del candidato ultraderechista. Un aspecto, que nos parece importante de destacar, que, a diferencia de naciones europeas, en donde los partidos de la centro derecha –por cierto, los socialdemócratas, laboristas y socialistas- establecen un cordón sanitario en contra de la extrema y la ultraderecha, constatamos que en ALyC, estos partidos de centro derecha no escatiman esfuerzos de aliarse con la extrema y la ultraderecha así fue el caso de Brasil en las últimas elecciones presidenciales, Chile en la elección presidencial del 2021 y, ahora sucede en Argentina. Más aún, la electa vicepresidenta Victoria Villarruel es una fiel exponente del negacionismo de los derechos humanos y, de las atrocidades causadas por la dictadura militar argentina (1976-1983) con más de 30.000 mil desaparecidos. El día 10 de diciembre es la transmisión de mando y, partir de ese día, se pondrá en juego, lo que se podría llamar el radical “programa” del presidente electo y de sus extravagantes propuestas a su nicho partidario que tienen el objetivo de sacar a la Argentina del forado de la inflación (140% anual), de la pobreza (40% y la extrema pobreza de un 10%); dolarizar la economía; liquidar el Banco Central; privatizar las empresas del Estado, IPF y, los medios de comunicación pública, TV Pública, Radio Nacional y Télam; eliminar importantes ministerios públicos; recortar los subsidios a los sectores vulnerables y privatizar la Salud y la Educación pública. Un dato no menor, es que para llevar a puerto estas extremas medidas, Milei necesita el apoyo del Congreso y, ese apoyo en ambas cámaras de diputados y el Senado, el presidente libertario anarco-capitalista, no las tiene, como no tiene Gobernadores ni Intendentes suficientes, es decir no tiene poder territorial, tan importante en una Argentina federada. 


 

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Javier Milei @ep

 

La oposición política y social en este nuevo escenario -sobre todo el peronismo- deberá realizar una profunda introspección política de lo que tendrá que proponer en este nuevo estado societal, asumiendo los éxitos y los fracasos de los largos años de gestión gubernamental. Lo mismo deberá hacer el poderoso movimiento sindical argentino y las otras expresiones del mundo social, el movimiento feminista, los piqueteros, por nombrar algunos de ellos.

 

Es aún muy temprano, como para hacer un análisis más profundo del triunfo de Milei y de sus proyecciones futuras en la gestión del Estado y, en su controvertida política exterior, que para Chile será muy importante de tener en cuenta. 

 

La democracia de la región en vilo

 

Perú ha vivido en lo que va de este año, así como también desde diciembre del pasado año, masivas manifestaciones en contra del gobierno y, especialmente impugnando a la presidenta Dina Boluarte, que es la sucesora del destituido ex presidente, Jorge Castillo (7 de diciembre 2022). Boluarte, goza de un margen muy pequeño de aceptación popular, el 83% de los peruanos desaprueba su gestión. Ha sido, frecuentemente criticada en el parlamento peruano y convocada por la Fiscalía del Perú acusada de más 100 muertos y centenares de heridos que han dejado las manifestaciones desde el inicio de su mandato. Organismos de DDHH han acusado al gobierno peruano de constantes violaciones de los derechos humanos en este país. En los últimos seis años, Perú ha tenido 6 presidentes lo cual grafica la fragilidad del sistema político peruano y de sus instituciones. 

 

En Bolivia se ha desatado una fuerte controversia interna en el Movimiento al Socialismo (MAS), hoy en el gobierno, precisamente entre el presidente Luis Arce y el mítico ex presidente Evo Morales por la conducción política del país. En el Congreso oficialista del MAS-IPSP convocado el 4 de octubre en la localidad del Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, bastión político de Evo, con la no asistencia del presidente Arce y su vicepresidente Choquehuanca y de una serie de organizaciones sociales próximas al presidente. El Congreso determinó la auto expulsión del presidente, del vicepresidente, como así también de una veintena de personalidades del MAS, no próximas a Evo. Posteriormente, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anula este Congreso del MAS-IPSP, en donde se había proclamado a Evo como el único candidato presidencial para las elecciones del 2025. El TSE le exige al MAS convocar a otro Congreso partidario en donde estén representadas las diversas sensibilidades políticas del MAS. Si el MAS-IPSP va dividido a las presidenciales del 2025 a la oposición le será mucho más simple derrotar electoralmente a estas dos almas, representadas por Arce y Morales. Será este episodio boliviano tal como escribía el notable premio Novel, Gabriel García Márquez: “crónica de una muerte anunciada”,

 

Chile, en este año 2023 se conmemoro los 50 años de la brutal dictadura cívico militar que se instauro el 11 de septiembre hasta el 11 de marzo de 1990. El gobierno de Gabriel Boric realizó una gran cantidad de actos políticos, sociales y culturales tendientes a visualizar que esta etapa de la historia reciente del país debía ser condenada y que la sociedad, los partidos políticos y, todos aquellos que fueron parte de este episodio trágico de estos sucesos, se manifestasen con un nunca más al uso de la violencia de parte del Estado hacia sus ciudadanos. Buena parte de la derecha política se negó a condenar el Golpe de Estado de Pinochet y de sus cómplices civiles activos. La ultraderecha chilena de forma solapada justificó el golpe y sus consecuencias.  

 

Actualmente, el país se ve nuevamente tensionado por el debate constitucional. Recordemos, qué el 4 de septiembre de 2022 el texto propuesto por la Convención Constitucional fue rechazado por una amplia mayoría. El segundo intento, iniciado con la elección de Constituyente para el Consejo Constitucional (CC) el 8 de mayo de este año en donde la ultraderecha, el Partido Republicano, logro un impresionante resultado electoral de los Consejeros Constituyentes. La propuesta elaborada por la ultraderecha y acatada por la centro derecha en el CC ha sido rechazada por las fuerzas políticas progresistas y de centro izquierda. El 17 de diciembre se llevará a cabo el plebiscito para aprobar o rechazar este texto constitucional.  

 

Finalmente, en este sucinto recorrido de algunos países de ALyC en los desafíos electorales presidenciales vemos que tres de los cuatro países que tuvieron cambios presidenciales, dos de ellos, Paraguay y Ecuador son de signo de derecha conservadora, uno, Argentina de signo de ultraderecha y derecha económica-conservadora y, el cuarto, Guatemala, de tendencia progresista y de centro izquierda. Algunos analistas en política internacional avizoran que se viene una nueva ola de gobiernos de derecha y ultraderecha en la región. Quizás es aún muy prematuro afirmar aquello, puesto que los gobiernos de la llamada “marea” rosa o progresistas, como Brasil, Colombia, México, Bolivia y otros en América Central siguen teniendo una relevancia política y económica-comercial muy decisora en la región.
 

Por otro lado, en el devenir del movimiento social y político de la región constatamos una enorme distancia, bronca, rabia y hastió de parte de importantes sectores de la ciudadanía de todos los estratos sociales, excluyendo por cierto, los estratos altos, en su relación con la política tradicional, sus partidos políticos y con el deficiente funcionamiento de las instituciones del Estado que no responden, o no, se hacen cargo de las exigencias básicas de la población y que éstas sean satisfechas por el Estado (pensiones, salud, vivienda, educación, seguridad en relación a combatir la delincuencia y el aumento de las bandas de narco traficantes). Todo esto, unido a no saber cómo enfrentar políticamente el crecimiento de la extrema y ultraderecha que ya son partes del sistema político regional.

 

“La Democracia es muy frágil en la región, por eso se hace imprescindible cuidarla y robustecerla”  


 

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