​Elecciones de conveniencia

Los andaluces vuelven a las urnas. Ciudadanos y socialistas, socialistas y Ciudadanos han consumado el paripé de ruptura que anticipa el anuncio de la convocatoria electoral que, prevista para marzo, se celebraría en noviembre, y a más tardar en diciembre del 2018.

Inmediatamente, la oposición de Partido Popular y Podemos se han rasgado las vestiduras, como si fuera de capital importancia el tema del cambio de fechas y, sobre todo, para hacer creer a sus electores que ellos no hubieran hecho lo mismo si se encontraran en idéntica situación política.

Es el lenguaje partidario, que ya va siendo hora que, nosotros, los medios de comunicación, dejemos de anunciar, para que nadie se confunda, sea quien sea, la formación partidaria que lo protagonice.

A los socialistas les quema la posible sentencia adversa de los ERE con dos expresidentes que no parece que sean inocentes de alguno o todos los cargos que se les imputan. Lo cual, como con la Gürtel, les originará un roto político de muy dolorosas consecuencias; que serían aún más graves si las sentencias coinciden con los andaluces votando en las urnas.

Por su parte, a la formación de Rivera, tampoco le conviene que la pelea entre populares, que es muy seria y evidente, deje de estar viva en el feudo andaluz, donde el candidato que presentan los de la calle Génova, todos sabemos que no es el que Casado quiere, por mucho que digan lo contrario.Las heridas congresuales aún no han cicatrizado, y la mejor muestra de ello es el plantón en el Congreso este mismo jueves de Soraya Sáenz de Santamaría a su jefe, que ha sido seguido con verdadera preocupación por Juan Manuel Moreno, que no sabe cómo disimular cada vez que se produce un nuevo incidente en Madrid.

Así que ya saben de qué va lo de votar en Andalucía, especialmente nuestros lectores andaluces. Quiero suponer que la vuelta de los Ondas a Radio Barcelona, emisora que el año pasado pagó los platos rotos de otra situación política específica que provocó “el miedo escénico” de los jefazos de Gran Vía 32 -sede de la SER en Madrid- no tenga nada que ver con esta convocatoria electoral, porque si fuera así, que no lo es, la tomadura de pelo a oyentes y anunciantes, sería tan gozosa como ya lo fue esa huida de los Ondas en el 2017, o las polémicas salidas de 'Hoy por Hoy' de Iñaki Gabilondo o la de Gemma Nierga, de las que todavía se están recuperando en el EGM.

Va, pues, de elecciones, en un otoño muy convulso, salvo que la Presidenta de Andalucía decida jugársela en Marzo, una posibilidad, ahora mismo, muy poco probable.