​Tengamos la huelga en paz...

Me gustaría que la jornada de huelga que no vamos a secundar muchos trabajadores de Catalunya, por razones muy diferentes, todas ellas tan legítimas como las que sustentarán los que sí quieran ese día sumarse a la convocatoria, fuera de mutuo respeto en las calles y lugares de trabajo.

Si eso sucede, solo sobrarán los del relato heroico que quieran apoyarse en la fuerza para limitar los derechos ajenos. Seamos serios y demos un paso adelante hacia la concordia. No nos peleemos y sobre todo, no permitamos que los más violentos nos impongan su doctrina. Si los dejamos, el futuro quedará sembrado de una importante dosis de rencor que nos enfrentará, sin ninguna duda In sæcula sæculorum.

Tenemos un juicio delante de nuestros ojos. Todos, si así lo queremos, lo podemos ver y escuchar. Cuando acabe y tengamos sentencia, todos podremos opinar y hasta pelear en diferentes foros internacionales, por reivindicar nuestras razones. Ahora es tiempo de escuchar y estar atentos. Luego, Dios dirá.

Ya sé que a los amigos de los juzgados en el Tribunal Supremo les gustaría que la sentencia fuera "tan generosa y comprensiva" como la que acaban de obtener los sentenciados por los sobresueldos de Caixa Catalunya. Gente de muy buenas familias catalanas a la que ahora acaban de absolver de sus "hazañas bancarias". Si eso sucede así en el Supremo no sé a Vds., pero a mí me parecerá una sentencia lamentable, que no solo no se puede compartir sino lamentar porque parece evidenciar que, en esta ocasión, en los tribunales catalanes, no todos los ciudadanos tenemos el mismo derecho ante la ley, especialmente los menos pudientes. Para entendernos, si eres hijo de buena familia,  se te tiene que absolver porque eres un buen catalán y lo tuyo es tan solo una travesura moral ¿Pasará en el Supremo lo mismo por no ser un buen español o, como piensan los acusados, hay que absolverlos porque su patriotismo catalán con pedigrí familiar está por encima de la Constitución?

No adelantemos acontecimientos. Tengamos la huelga en paz, si es posible, pensando cada uno lo que más le convenga, pero respetándonos generosamente... Aunque solo sirva para que no tengamos que lamentarlo al día siguiente.