​Los insultos de Toni Albà 'el chicharrón' y las feministas

Desde Esopo, que algunos consideran como el primer bufón de la historia hasta nuestros días, la figura de un personajillo que para buscarse la vida hacía de bufón ha ido evolucionando, adaptándose a los tiempos que les ha tocado vivir, pero nunca se ha extinguido, como sería lo deseable, en estos tiempos de las tecnologías.

En su obra 'Elogio de la locura', Erasmo de Rotterdam escribía sobre la importancia de los bufones en el entorno de los reyes. "Los reyes más grandes, los aprobaban tanto o más, sin ellos, no sabían sentarse en la mesa o dar un paso. Ellos apreciaban a los tontos más que a los sabios austeros, teniendo la costumbre de mantener por ostentación a los bufones, y ellos proporcionan lo que los príncipes buscan por todas partes y cueste lo que cueste: el entretenimiento, la carcajada". Un retrato de lo que eran entonces...

En esta época, en pleno siglo XXI, Catalunya cuenta con un bufón en la corte del rey Puchi, tiene por nombre Toni Albà, pero se le conoce como 'el chicharrón', dada la procedencia del producto. Cobra de los medios públicos que le ríen sus exabruptos y la única manera de hacerse popular es insultando a todos aquellos que no piensan como él y haciendo la pelota a su rey y los que forman su corte. Viven de ellos, aunque lo pagamos entre todos, incluidos a los que insultan tan alegremente.

Hace unos días, 'el chicharrón' vía Twitter llamó puta a la diputada de Ciudadanos y jefa de la oposición, Inés Arrimadas, y a día de hoy no ha sucedido nada ¿Se puede permitir que este bufón siga cobrando de TV3? Está claro que no, alguien debería cesarle por impresentable. 

Si quiere hacer este tipo de acciones, que lo haga en su empresa, o en la privada, si se lo permiten, que lo dudo. Hay líneas que no se deben pasar, eso no es libertad de expresión, es otra cosa, y menos en TV3.

Arrimadas ha tenido la solidaridad de muchas mujeres, incluidas algunas políticas, caso de Eva Granados, la primera en reaccionar. Después, la alcaldesa de Santa Coloma, Andrea Levy del PP y bastantes más. No están entre ellas las féminas de Podemos. No obstante, se han producido clamorosos silencios entre los movimientos feministas de España y Catalunya, tan activas en algunos casos y tan mudas en esta ocasión, en el que una mujer ha sido insultada. 

La condición de mujer no debe estar ligada a su pertenencia política, no es justo, democrático y, en algunos casos, cristiano, como dirían algunas de las que han callado.

No me gusta que las siglas, sean las que sean, puedan significar una barrera insalvable para defender a las mujeres que no piensen igual. No es actitud democrática, es un mal ejemplo, no estoy de acuerdo con el feminismo excluyente y clasista. Creía que las feministas, entre las que me encuentro, y no soy "militante", actúan de esta manera, me he equivocado, y siento mucho lo que ha sucedido.

El bufón 'el chicharrón' debería reflexionar, hacer humor, si es que sabe, y no continuar con su política de generar odio en una Catalunya que se ha convertido en el reino de Puchi y compañía. Si lo quiere hacer, que se pague su televisión y ya veremos si la sigue manteniendo. Todo es muy fácil cuando el dinero lo ponen otros. ¡Así cualquiera!