La incógnita de los resultados de las elecciones generales se ha despejado. Los votantes han dado el triunfo al PSOE, que ha conseguido un gran triunfo. Mientras, el PP de Casado/Aznar ha sido el claro derrotado: ha perdido más de la mitad de los diputados que tenía con Mariano Rajoy.
Ciudadanos, pese a aumentar su número de diputados, no ha conseguido el sorpasso a los populares, que era su objetivo para liderar la derecha española. Vox, la formación de ultraderecha, entra en el Congreso con 24 diputados, menos de los que esperaban. No obstante, los 24 se harán notar en el Parlamento. El espectáculo va a estar asegurado.
Podemos, como era de esperar, ha perdido un buen número de diputados y se ha quedado sin senadores, una de las fuentes de ingresos de la formación morada.
En Catalunya, ERC ha conseguido el mejor resultado de su historia en unas elecciones generales, desbancando a JxC de Puigdemont. Mientras, el partido de Colau ha sufrido su primer revés, que se acentuará en los comicios municipales.
Los socialistas catalanes han remontado los resultados de los anteriores comicios. Ahora bien, que ni Iceta y compañía se otorguen el buen resultado, muchos ciudadanos/as han votado a Pedro Sánchez para que la derecha apoyada por Vox no formaran gobierno. ¿Voto del miedo? También. No hay que olvidar que esto ha sido así.
Con estos resultados, el PSOE puede elegir socio de gobierno: o lo hace con Podemos, con el apoyo del PNV o la otra acción se llama Ciudadanos.
La primera opción le puede acarrear más de un problema a los socialistas, después de la dura campaña de Pablo Iglesias contra el empresariado, la banca y su política económica, muy alejada de la realidad española. No lo van a tener fácil los de la calle Ferraz, por el sectarismo mostrado por los podemitas a lo largo de la campaña. El poder económico y Bruselas no quiere a Podemos en un gobierno.
Tampoco será fácil un pacto con Ciudadanos, por el cordón sanitario impuesto por la formación naranja al PSOE, amén del pacto de San Telmo en Andalucía y la foto de Colón. Pero en muchas ocasiones el no es no se transforma, por necesidad, en un sí condicionado.
Gobernar también significa hacer cosas que no gustan. “Gobernar siempre quiere decir hacer descontentos”, decía el escritor francés Anatole France.
Sea como sea, en los próximos días se va a tener más información sobre hacia dónde pueden ir los pactos del PSOE para formar un gobierno cómodo y poder llevar a la práctica el programa electoral y las propuestas de los socialistas.
La buena noticia de esta jornada electoral es la gran participación de los ciudadanos, que han acudido en libertad a depositar su voto.
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