​Venezuela: una disputa sin ganadores pero con miles de perdedores

Jaime Ensignia
Jaime Ensignia, sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín

Jaime Ensignia, sociólogo, Dr. en Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Libre de Berlín. Fue director sociopolítico de la Fundación Friedrich Ebert en Chile (1994-2014). Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21. Colaborador del Barómetro de Política y Equidad.

Contexto


Venezuela es un país en crisis permanente, tanto política, humanitaria, económica (una inflación insostenible) y social de envergadura y, muy difícil de solucionar con la actual administración del cuestionado presidente Maduro. En efecto, Maduro asumió el 10 de enero del presente año presidencia por el período 2019– 2025. Previo a la investidura como presidente, el Grupo de Lima desconoce el mandato de presidencial de Maduro y, lo insta a no asumir como presidente por considerar como ilegítima la elección presidencial de mayo del 2018, exigiendo que se celebren nuevas elecciones presidenciales con garantías políticas a la oposición de esta nación. La mentada declaración del Grupo de Lima no es suscrita por el gobierno de México. La UE y los EEUU, tampoco reconocen el gobierno venezolano. Maduro logra el apoyo de dos grandes potencias, la República Popular China y la Rusia de Putin. Esta proto dictadura de Maduro es enfrentada internamente por la Asamblea Legislativa encabezada por el presidente de ésta, el diputado Juan Guaidó, el cual se auto proclama "presidente encargado" de la nación. Guaidó ha hecho llamados constantes a movilizarse social y políticamente contra este ilegítimo gobierno en estos cuatro meses, incentivando la insubordinación civil y militar. Hasta el momento, no ha tenido éxito. Según analistas internacionales, mientras Maduro goce del apoyo de las Fuerzas Armada de este país, su permanencia en el gobierno, está relativamente asegurada.


El 30 de abril y su devenir


Los sucesos recientes en la República Bolivariana de han acaparado el interés mundial. A la aguda crisis económica, política, social y humanitaria que padece la sociedad venezolana en los últimos años se le agrega la profunda polarización político social entre partidarios del gobierno de Maduro y las fuerzas políticas de oposición lideradas por Juan Guaidó. El presidente de la Asamblea Legislativa ha sido reconocido como presidente por más de 50 países, llamó el pasado 30A a un levantamiento cívico – militar contra el régimen de Maduro como una parte central de lo que la oposición ha denominado 'Operación Libertad'. Ese martes 30A lo más relevante de la oposición fue la libertad de Leopoldo López, dirigente de la organización política Voluntad Popular –partido integrante de la alicaída Internacional Socialista, el mismo partido de Guaidó, encarcelado y privado de libertad desde hace unos 4 años. López, luego de estar en presente en la reducida manifestación anti régimen de Maduro, se recluye, primero en la residencia del Embajador de Chile para luego trasladarse a la residencia del Embajador de España en Caracas junto a su familia. La salida de escena de López no es políticamente bien evaluada en los círculos de la oposición. La convocatoria a este llamado cuasi insurreccional por parte de la oposición fue minoritaria y por cierto, no lograron tener a su lado a las FFAA venezolanas, salvo excepciones. La cúpula militar encabezada por su máximo mando, el general Vladimir Padrino se mantuvo apoyando el gobierno de Nicolás Maduro. Se podría señalar, que estas últimas acciones de la oposición han contado con un discreto apoyo popular, ni tampoco de adhesiones militares significativas, pese a los continuos llamamientos del presidente encargado, de desobedecer al régimen de Maduro.


Lectura política de los hechos recientes


¿Cuáles son las claves políticas de estos sucesos políticos del 30A?


En primer lugar, una oposición liderada por el diputado Guaidó que ha perdido fuerza y convocatoria política, fracasando en la mayoría de su convocatorias, especialmente esta última del 30ª.


Segundo, un gobierno, que si bien es cierto mantiene las riendas administrativas y de gestión gubernamental y, hasta ahora cuenta con el apoyo de las FFAA, ha salido dañado y debilitado.


Tercero, es el pueblo venezolano el más dañado de esta situación. El que padece, el desabastecimiento, el que no tiene el poder de compra para sus necesidades básicas, el que no es atendido por el sistema de salud –debido a las carencias de medicamentos- y otras penurias propias de una nación casi en “guerra” y desbastada socialmente.


Cuarto, son las FFAA dirigidas por Padrino, el cual también ostenta el cargo de Ministro de Defensa, las que han salido fortalecidas de esta coyuntura política. Michel Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, señala en una columna titulada La hora decisiva de los militares que: “Venezuela puede estar avanzando lentamente hacia un escenario en el que los militares se muevan hacia la toma del control total, sin Maduro, pero no necesariamente de acuerdo con los términos y el calendario (constitucionales) de Guaidó para una transición” (ver www.latercera.cl, viernes, 3 de mayo de 2019, pág. 3).


Quinto, Venezuela se ha convertido en una pieza peligrosa en el juego de ajedrez de las grandes potencias, los EEUU por un lado, Rusia y China por el otro. El tema de fondo es la posesión de los inmensos recursos petroleros y minerales que el país posee.


¿Qué hacer?


Son numerosos los indicios y rumores de una posible intervención militar norteamericana. Esta medida cuenta con la simpatía de varios gobiernos integrantes del llamado Grupo de Lima, más aún, cuando sectores importantes de la oposición venezolana abogan por una medida de fuerza para derrocar al gobierno de Maduro –entre ellos el mismo "presidente encargado"- no permitiendo buscar una salida política al conflicto, por más difícil que esta sea. Es por esto, la importancia que tienen los Organismos Internacionales como Naciones Unidas, la Unión Europea, o bien la iniciativa de los gobiernos de México y Uruguay de proponer mecanismos tendientes a generar un diálogo inmediato entre la oposición y el gobierno de Maduro. Además el Grupo de Contacto integrado por países latinoamericanos y europeos puede fortalecer estas iniciativas del imprescindible diálogo político entre las partes en conflicto, tendientes a sofocar cualquier intento de una intervención militar externa que conllevará a una guerra civil.


Una salida de fuerza, militar y de ocupación del territorio venezolano por FFAA no venezolanas, sería enormemente perjudicial para las democracias latinoamericanas.   

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