​Septiembre es un buen mes

Manuel Fernando González Iglesias

Queda mucho que pactar o desacordar y el baile de San Vito no ha hecho más que comenzar. La reunión de Sánchez e Iglesias del martes es un claro ejemplo de la desconfianza que unos y otros se tienen cuando deciden verse las caras. Gobierno de coalición, gobierno de cooperación, gobierno que incluya áreas específicas tuteladas por Altos Comisionados... Gobierno de lo que Vds. quieran, todo vale si al final unos y otros cuadran los números de sus intereses partidarios. Llegados a este punto, queridos votantes, la ideología se aparca y emergen los intereses humanos, que siempre corren más prisa. Se acuerdan de la odiosa pregunta ¿qué hay de lo mío?... Pues eso.


De momento, el que tiene más bocas que alimentar es Pablo Iglesias. Hasta 50 señoras y señores sin curre, de su corte personal, ha de colocar en torno a la manduca que otorga el poder tras la ‘desfeita’ electoral podemita, y eso es innegociable. Como también lo van a ser los Ministerios y el reparto de los nombramientos en Europa que no son pequeña cosa. Lo iremos viendo paso a paso.


Hay tanta gente cabreada que conformarlos a todos va a resultar un verdadero encaje de bolillos.


Esto no va resultar tan fácil como lo han sido los pactos en Euskadi, porque los que allí han llegado a un acuerdo son dirigentes de dos partidos centenarios que lo tienen siempre claro cuando se trata de repartirse el poder y los dineros de las Diputaciones Forales. Ojalá el Estado funcionara con esa eficacia, sería bueno para todos.


Y luego está el Juicio del Procés en el Supremo, donde los abogados de la defensa se mueven en la traca final entre el victimismo y la búsqueda de un clima que propicie el indulto real, para poder cerrar un conflicto que promete llevarse por delante la estabilidad financiera y la paz socialHagamos la paz, resolvamos el conflicto con una sentencia generosa, se escucha en las filas independentistas pero, de momento, no hay respuesta y sí tambores de guerra en torno a la Fiscal General del Estado, la que pide sentencia por rebelión, a la que dicen que el Gobierno socialista quiere cesar de forma inmediata por no haberse dejado manipular como la Abogacía del Estado.


La también Ministra de Justicia, protectora de la citada Fiscal también suena como cesada cum laude, y ambo hechos, si se confirman, dejarán a los indepes muy contentos, pero serán decisiones que llegarán tarde y provocarán más polémica que felicitaciones.


En definitiva, todo un enredo que unido a los líos autonómicos y municipales harán necesaria la ralentización de la toma de posesión de Pedro Sánchez, que los más prudentes aconsejan que se celebre en Septiembre, que es un mes idóneo para afrontar la nueva legislatura. Así que… ¡a esperaaaar!

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