Decía el expresidente de Uruguay José Múgica, que "el poder no cambia a las personas. Sólo revela lo que verdaderamente son". Con esta afirmación se puede definir a la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, que en el tiempo que lleva al frente de la institución que más poder se otorga a sí misma sin pasar por las urnas, ha sido capaz de realizar declaraciones que ponen en peligro a las empresas catalanas, además de espantar al personal que tiene sus dudas sobre el viaje a la "idílica" Ítaca, donde los distintos "capitanes" de la nave lo único que han conseguido es enfurecer a los dioses por intentar engañarlos.
"Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca", afirmó en más de una ocasión el maestro Umberto Eco.
Paluzie, independentista radical, no se corta ni un pelo en menospreciar a los españoles, con esa "gracia" sevillana que la caracteriza. Especialista en confeccionar listas, aunque no precisamente las que hay en la sanidad pública catalana, la más larga de España, no le interesa, no es "eina" de país.
Hace tiempo que está inmersa en confeccionar la lista negra de las empresas que no comulgan con la rueda del molino del pensamiento único y no milita en el partido de la verdad absoluta que quiere que nadie le discuta.
La dirigente de la ANC, amén de hacer un lista de empresas que no están por el "procés", ahora ha lanzado un buscador de empresas para que los ciudadanos puedan "contratar" a las empresas que acepten las decisiones del Parlament y que estén en línea con el fin que ellos persiguen. Vamos, los buenos.
Ante esta intromisión, sin valorar las consecuencias de sus acciones, Fomento y Pimec han puesto el grito en el cielo por lo que consideran una barbaridad.
Paluzie, que ya señaló en su día a las grandes empresas que trasladaron sus sedes sociales fuera de Catalunya, ahora sigue la cruzada con el resto de empresas que no están por el procés.
Lo que no tiene en cuenta la economista Paluzie, que recibió una beca de una entidad financiera para hacer un máster, es que con sus acciones consigue dos cosas: primera, pone en peligro los puestos de trabajadores catalanes y segunda, incita al boicot del resto de España a las empresas a las que coloca el distintivo de buenas por contribuir a la causa, pero malas para el resto que no opina como ellos. ¿Inteligente la presidenta de la ANC? Sectaria, seguro.
Tensionar la situación solo conlleva generar más fricciones, desencuentros y agrandar la brecha que hace tiempo se ha abierto en la sociedad catalana y que ya nadie discute, a excepción de los políticos que lo han propiciado.
La penúltima de Paluzie, al finalizar la rueda de prensa que había convocado, cuando creía que el micrófono estaba cerrado, ha sido criticar las preguntas de una periodista a la que definía como desagradable. Preguntó a su acompañante de qué medio era la morena esa española, a la que calificaba de pesada por las preguntas realizadas y que no eran del agrado de la diva.
"Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema", definía Winston Churchill.
En muchas ocasiones, el silencio se interpreta como otorgación de algo o complacencia. No siempre es así. Puede interpretarse también como prudencia, miedo o pasotismo, pero cuando alguien traspasa la línea, no hay que callar, hay que hablar y no dejarse amedrantar.
Determinados independentistas están al otro lado de esa línea y la ANC se ha pasado cinco pueblos. Alguien debería decir basta, si no, a este paso, la pregunta que se hacen muchos es: ¿La ANC es la Gestapo del independentismo?
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