'La enfermera del desierto': Mujeres españolas en la guerra de los saharauis contra Marruecos
La enfermera catalana Montse Aizcorbe, esposa del primer ministro saharaui de Sanidad, fue herida gravemente en un bombardeo marroquí.
La solidaridad con el pueblo saharaui es un movimiento generalizado en la sociedad española y en las administraciones periféricas -que no en el gobierno central- y ello ha dado lugar desde hace años a que se desarrollen numerosas actuaciones en favor de los campos de refugiados en Tinduf: caravanas con libros, medicamentos y suministros de todo tipo, organización de campañas de verano para niños saharauis, acciones en los propios campamentos (construcciones, perforaciones en busca de agua, campañas de formación, etc.). Sería imposible cuantificar los miles de personas que han intervenido y siguen interviniendo en esta magnífica corriente de apoyo al Sáhara Occidental. Pero cuando el ejército español lo abandonó vergonzantemente y Madrid permitió la invasión de Marruecos y Mauritania, con los saharauis que huyeron en desbandada hubo muy pocos españoles. Por decirlo claramente, solo unas españolas movidas por la relación sentimental que habían establecido con compañeros de estudios o trabajo saharauis y que decidieron unir sus destinos a los de éstos.
Una de tales intrépidas mujeres fue la catalana Montserrat Aizcorbe. Recién titulada en enfermería en el Hospital de San Pablo, aceptó un empleo en el Hospital de Tenerife
y allí coincidió con los saharauis que estaban estudiando en la Universidad La Laguna y se enamoró de uno de ellos, Buel-la Enhamed, que a su vez se acababa de graduar también de Enfermería. Cuando se produjo la deserción de España y los jóvenes saharauis abandonaron sus estudios para sumarse a la guerra contra Marruecos y Mauritania encuadrados en el Frente Polisario, Montse siguió a su pareja que se vio convertido, por mor de las circunstancias, en el primer ministro de Sanidad de la naciente República Saharaui en armas. A Montse le pilló el cruel bombardeo marroquíde Um Draiga en el que resultó seriamente herida y, mientras convalecía, su compañero, ya convertido en su marido, fallecía repentinamente de un infarto.
Montse, joven viuda, convertida en Horría, se sumó desde su oficio a la lucha del pueblo saharaui y desde entonces se convirtió en una verdadera leyenda de la resistencia saharaui. Una historia no exenta en absoluto de aventura que Jorge Molinero ha descrito con suma habilidad en la novela 'La enfermera del desierto. Vida y recuerdos de Horría, que significa libertad' (Ediciones Carena) en la que explica cómo fue posible la transformación de Montse/Horría, pero también la de otras valientes mujeres españolas como Ana Gaspar o Gurutze Irizar que decidieron compartir -y arriesgar- sus vidas por dignidad, por solidaridad y por qué no decirlo, sobre todo por algo tan hermoso como el amor.
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