Siguen los unos y los otros cubriendo tramos hasta llegar a la meta final soñada, que no es la normalización que todos queremos sino más bien, la ulsterización que, como bien sabemos, sus consecuencias duran más años que la peste negra y produce unos resultados terribles. Hoy le ha tocado el turno de bronca a Oriol Junqueras quien, desde el muy subvencionado diario independentista 'El Nacional', le dice lo suyo a Miquel Iceta, para que el patio catalán se anime aún más y los sociatas pierdan credibilidad electoral en Catalunya, lugar donde, según dice algún digital de derechas de Madrid, pactan por lo bajini un acuerdo de Govern ERC y PSC, si es verdad que Torra se queda sin la Presidencia de la Generalitat en diciembre por su desobediencia a la Junta Electoral Central, que el propio sátrapa reconoció al Juez del TSJC cuando le interrogó.
Y si eso es verdad, que yo no me lo creo, ¿a qué juegan los dos bandos delante de las mismas narices de su electorado y con las calles echando humo, no solo de los containers incendiados, sino, sobre todo, por la indignación de la gente normal de uno y otro lado que cada día ve como todos caminamos hacia el hundimiento de nuestra convivencia?
No sé si Vds. se han fijado, pero la historia de las colonias españolas en América, devenida felizmente en independencia y luego en estados libres, entre los que hoy pueden ser por ejemplo Chile o Argentina, naciones de pujante actualidad por sus muy parecidas crisis, podría enseñarnos algo muy parecido a la etapa en la que ahora estamos en España y aprender de sus hojas de ruta. Así que, por favor lean Vds. esa parte de la historia en la que la corte española pierde sus colonias, y qué similitudes encuentran con la burguesía nativa que busca y encuentra la manera de rebelarse contra la patria de la que ya ha extraído sus privilegios, y no conforme con los mismos lo quiere todo y no tiene empacho en conseguirlo por las armas, y luego, terminado el conflicto, gobierna igual o peor que con los virreyes que les han impuesto desde Madrid, dejando como herencia la situación económica que llevan muchos años padeciendo los que despectivamente hemos llamado "sudacas", esquilmados por las élites multimillonarias o las multinacionales del hemisferio norte que, sin escrúpulo alguno, siguen haciendo que las mayorías de desheredados de la tierra sigan todavía hoy teniendo que salir a la calle, para que no les suban el metro o porque no pueden pagar la luz.
¿Quién nos garantiza en Catalunya que si hay una independencia, esas cien familias catalanas emparentadas entre sí, ricas y con los hijos y familiares ocupando cargos públicos o prebendas de 6.000 euros mensuales como la Señora Puigdemont, no nos van a dejar el país peor de lo que ya lo tenemos o mejorar su status a cuenta del nuestro? Y otra pregunta más, ¿qué hace la Republicana Esquerra o la CUP o los Comunes bailándole el agua a una gente a la que solo le interesa su cartera?
Piénsenlo. A lo mejor, como a mí me pasó cuando me fui un tiempo a Argentina, se le abren los ojos y descubren uno de los secretos mejor guardados por el capitalismo latinoamericano con sede en el FMI, cuyas siglas en ingles son IFM y tiene su sede en Washigton. Para entendernos, el organismo que regula los endeudamientos de los países, especialmente en Latinoamérica. Ya verán lo que nos parecemos. La historia no miente.
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