Llevamos meses de campaña electoral, aunque oficialmente sea una semana, y, por fin, este domingo, la ciudadanía podrá depositar de nuevo su voto en las urnas. El voto es uno de los actos de mayor responsabilidad social de los ciudadanos/as, ya que sirve para elegir a los políticos que van a gobernar el país en los próximos años. Este hecho va a marcar el futuro de la sociedad en un sentido u otro y las consecuencias que ello significa en la vida de las personas. Pero ¿se es consciente de lo que esto significa, o sencillamente forma parte de la rutina democrática? Y otra pregunta que hay que hacer es: ¿Se educa a los ciudadanos para ser responsables a la hora de emitir el voto? No hay que olvidar la responsabilidad individual que supone votar. "Una papeleta de voto es más fuerte que una bala de fusil", afirmaba Abraham Lincoln.
Con una situación política preocupante, bloqueada al no llegar los partidos a ningún acuerdo para la formación del nuevo gobierno, el presidente en funciones Pedro Sánchez ha tenido que convocar elecciones con la esperanza de que los nuevos resultados cambien, se abra la posibilidad de pacto -aunque muchos son escépticos- cuando se conozcan los resultados y se tenga más o menos claro si el partido que consiga más votos puede llegar a pactos con uno o más partidos para la constitución del gobierno. Si se hace caso a las encuestas, el panorama no pinta mejor que el que tenemos ahora. Ni las derechas ni las izquierdas suman lo suficiente. De todas maneras, hay que esperar, no se puede especular, ya queda menos.
Como diría en su día Castelao, el padre del nacionalismo gallego, "el pueblo es soberano el día de las elecciones", después los políticos son los que deciden lo que quieren hacer, aunque en ocasiones no coincida con la voluntad de sus votantes. Eso es harina de otro costal, que dirían algunos.
Por todo lo que está en juego, por lo que ha costado llegar a poner las urnas, es necesario que este domingo, más que nunca, las personas no hagan dejación de su obligación y derecho de acudir a su colegio electoral y voten por aquella formación que considere más idónea. Si no confían en nadie voten en blanco, están en su derecho, pero voten. No se queden en casa como si el tema no fuera con ustedes. Hay países en los que es obligatorio votar, me parece bien, no es un hecho insignificante, todo lo contrario, es mucho lo que está en juego, es responsabilidad de todos, no solo de los políticos. Resulta muy cómodo no votar y después quejarse. Tampoco hay que votar y después dejar a los políticos que hagan lo que quieran durante el tiempo que dure la legislatura. Hay que pedirles cuentas de aquellas cosas que llevaban en sus programas electorales y que a la hora de la verdad se han quedado solo en los papeles.
Votar este domingo debe formar parte de la responsabilidad individual y colectiva para elegir a los representantes que se crean más idóneos. No se queden en casa, ya sabemos que están cansados, todos lo estamos. No hay que dejar que otros decidan por nosotros.
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