​El PSC se centra

El PSC --que no los socialistas catalanes,  éstos son muchos más y más heterogéneos--, se ha metido en su 14º Congreso en busca de la centralidad perdida con herramientas políticas muy queridas y además eficaces para el ya hundido partido de Rivera, que ha dejado a su derecha e izquierda una masa de votantes muy apetecible en la Catalunya centrada. Esa masa corresponde con el antes llamado catalanismo institucional por los antiguos inquilinos de la sede de la Calle Nicaragua, ya abandonada por los que la ocuparon en una etapa muy brillante durante varias legislaturas.

Salvador Illa, hasta hace poco el tapado de Sánchez, que, de repente está claro que es el más sensato del grupo, decía en las últimas horas que el federalismo es la solución a la crisis catalana. Por ese camino parece que va a dirigirse la colla de Miquel Iceta, recordándole al líder del PSOE lo que dijo a 'La Vanguardia' en 2017 cuando disputaba su liderazgo a Susana Díaz: "España es una nación de naciones, con una única soberanía que es la del conjunto del pueblo español".

O sea, que para los icetistas, toca volver atrás y volver a hablar de la inmersión lingüística y con ella del fomento de las lenguas cooficiales, ¡qué sorpresa! Y por si fuera poco, esconder el error histórico cometido por el primer secretario del PSC de dejar que la radio y televisión pública catalana cayera en manos de los independentistas, para ahora reclamar su "reconfiguración"  para que se ponga al servicio de "todos los catalanes". Según señala claramente el documento marco de este Congreso:" TV3 y Catalunya Ràdio se han convertido, en una parte de su programación, en instrumentos de agitación y propaganda al servicio de una determinada idea política de Catalunya", afirmación que ha hecho reiteradamente la lideresa ciudadana Inés Arrimadas durante los tres últimos años sin que a los del puño y la rosa pareciera haberles hecho mella.

Ahora el PSC pide para TV3 y Catalunya Ràdio cambios contundentes, porque o "antes no se dieron cuenta de las consecuencias de su principal error durante estos años" y no quieren disculparse, o bien ahora lo que toca es, por puro oportunismo político, convencer a sus antiguos votantes que deben volver a "la casa común socialista" porque sino esto de la convivencia no hay quien lo arregle y de paso no se puede gobernar en España.

Por cierto, Pedro Sánchez no estará en el Congreso del PSC, lo cual no es que siente precedente, ya que ha pasado alguna que otra vez. Por lo que parece, el Presidente no quiere meter la pata y darle oportunidad a Esquerra a que coja alguna de sus declaraciones por la vía del agravio y rompa las negociaciones que tanto cuesta cerrar y que nadie sabe de qué van. Esos sí, los negociadores socialistas sí asistirán a las jornadas congresuales. Salvador Illa, porque es el jefe de la organización, pero también el Ministro Ábalos, la portavoz Lastra y la Madrastra de la Moncloa, para entendernos, la Vicepresidenta Calvo, que hará el papel de representante de su Jefe, que repetimos, esta vez no quiere meterse en ningún lío.

Por lo  demás, en la  ejecutiva siguen los mismos, con una  mención específica porque asciende a presidenta del partido de la alcaldesa de L'Hospitalet  y Presidenta de la Diputación, Nuria Marín Martínez, que sigue subiendo peldaños en su partido hacia Dios sabe dónde, incluso dicen que a la Primera Secretaría en la que ya va siendo hora que se instale una mujer socialista, algo que siempre reclama este periodista con escaso éxito. Lo dicho, el PSC se centra y busca liderar las próximas elecciones catalanas si la estrategia les funciona.