Las mujeres que son madres trabajadoras siempre tienen un sentimiento de culpabilidad interior en torno a si cuidan suficientemente bien a sus hijos, sobre todo cuando son pequeños y por necesidad los llevan a la guardería. Los primeros meses que han dejado a sus hijos en ella han sido realmente dolorosos porque los pequeños hasta que no se han acostumbrado a su nueva vida lo pasan realmente mal. ¿Por qué se llevan a los niños a la guardería? Es muy sencillo: los padres trabajan y no les queda más remedio que hacerlo, como antesala también de su incorporación a la escolarización obligatoria.
A las madres -también a los padres, no hay que olvidarlo, porque muchos de ellos se ocupan de esta labor- les gustaría alguna fórmula que mejorara ese paso de la cuna de casa a la de la guardería. De momento, es lo que hay, no se ha inventado nada mejor, o quizás sí y no se conoce.
Hace ya unos días que la actual ministra Irene Montero alardea de llevar a su hija pequeña en una mochila pegada a su pecho, -creo que se llama así- a todas partes, incluido a su puesto de trabajo en el ministerio del que es titular. Es una escenificación de lo buena madre que es. Eso sí, no sabemos por qué, solo lo hace con la más pequeña y no con los mellizos que también tiene, ¿sucede alguna cosa con ellos? Creo que a muchas madres esta decisión populista no les está haciendo ninguna gracia, es un agravio comparativo, porque esas mujeres que trabajan no tienen esos privilegios de la ministra que se paga con dinero de todos; las madres, que no pueden llevar a sus hijos/as a sus puestos de trabajo, ni disponer de la ayuda de sus “chicas”, que ella ha colocado a dedo y que le echen una mano en el cuidado de su niña, suponemos que cuando tiene una reunión la niña no la sentará a su lado ¿o sí? Porque tiene unas necesidades, como llorar o comer, que no se pueden controlar.
La actitud de la ministra Montero de llevarse a su hija al trabajo es una ofensa al resto de madres trabajadoras que ven como utilizando su cargo hace lo que ellas no pueden hacer. ¿Cuántas mujeres funcionarias de su Ministerio llevan a sus hijos en mochilas o carritos al trabajo? Creo que ninguna, , si fuera así ya las hubieran retratado. Un privilegio que solo tiene la ministra que dice defender a las mujeres ¿o es que quizás ahora también va a pedir que los empresarios dejen que sus trabajadoras lleven a sus bebes al trabajo?
No hay madres trabajadoras de primera, segunda o tercera, hay madres que deberían tener los mismos privilegios, que lo son, de llevarse a sus bebes a sus puestos de trabajo si quieren. Los/as políticas que tienen responsabilidades de gobierno no deberían tener unos privilegios que el resto de las ciudadanas/nos no disponen. Más en el caso de la ministra Montero, que está por la igualdad de derechos de las mujeres, o solo está por la de ella y su coro celestial de sus chicas de Unidas Podemos.
La demagogia populista y bolivariana de Montero no tiene límites, cuando cuenta con personal que cuida de sus mellizos, cosa que no todas las mujeres que trabajan pueden permitírselo, como ella ha podido comprobar en todas esas ocasiones que ha visitado barrios de trabajadores, donde tienen a sus votantes.
Por cierto, ¿por qué ninguna mujer, madre o no, está tan calladita, y no protesta por los privilegios de la ministra Montero? La imaginación, como el miedo, es libre.
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