Unión Europea: ¿para qué cambiar?

Nunca la Europa de dos velocidades se había visto tan clara en las conversaciones o discusiones, llámenlas Vds. como deseen, que mantienen esta semana los líderes de la Unión Europea. Italia, España y siete países más quieren coronabonos. Holanda y Alemania, como siempre, a la suya, no se fían de los peticionarios y buscan deuda de los países vecinos para, aprovechando la mortandad y la ruina económica vivir de rentas en las próximas décadas.

¿Y Francia? Dudando, cuando la posición de liderazgo de la “otra Europa” la tiene encima de la mesa como caída del cielo. Quieren estar en misa y repicando las campanas, y este drama, ya no da más de sí. O Macron se pone del lado de holandeses y alemanes con lo que la extrema derecha de la Señora Le Pen le quita democráticamente el poder como ya paso con Hitler en su tiempo, o se lía la manta a la cabeza y con italianos y españoles da un puñetazo en la mesa y lidera un nuevo modelo económico que deje fuera, ahora en las duras, a los insolidarios del norte de Europa, y luego fuera de la crisis, o sea en las maduras, se convierta en potencia mundial de primer orden que haga marcar el paso a quienes ni son europeos , ni se comportan como tales al pisotear sin ninguna clase de escrúpulos los principios éticos y morales de los fundadores de la Comunidad Económica Europea.

Durante diez días por lo menos seguirán mareando la perdiz en discusiones absurdas. Es el método que suelen utilizar siempre estos mercaderes germano-holandeses porque les ha dado buenos resultados, y se han salido con la suya. Una Europa desunida es su mejor negocio y un océano de oportunidades para sus economías. ¿Para qué cambiar? Coronavirus hoy 757 muertos en España: ¿Para cuándo las banderas a media asta en los edificios oficiales?