La definición de los conceptos es clave para la elaboración de todo tipo de reflexiones. Y también es clave el uso que hacemos de estos conceptos en nuestros discursos. Quiero hacer algunas aclaraciones sobre dos conceptos que son utilizados incorrectamente con frecuencia: “único" y “especial".
Cada uno de nosotros es único, respecto al resto de individuos. Pero no somos especiales porque especial quiere decir situarte más allá de las características esenciales propias del ser humano. En este sentido nos situaríamos a la altura de un monólogo de Shakespeare en su obra “El mercader de Venecia" dónde el protagonista pone de relieve los puntos en común que tenemos todos los seres humanos. Dice, por ejemplo: “acaso yo no sangro si me pinchan?” De hecho se trata de poner énfasis en lo siguiente: es fantástico saber que somos únicos, pero saber que no somos especiales es maravilloso.
Y se trata de esto: sabernos únicos pero sin caer en la trampa de sentirnos especiales. Y caer en la trampa es tan fácil como despeinarte un día de viento. Somos especiales para la pareja, para el hijo, para los padres, para un maestro, para la abuela... eso nos dicen. Y nos hacen sentir especiales, decimos. Como veis se trata de emplear un adjetivo u otro. Lo adecuado es afirmar: me hacen sentir único y lo soy.
Fijaros que todos compartimos el adjetivo “único" Un adjetivo seductor porque cada “único" recoge un conjunto de características diferentes que sólo posee un individuo. En cambio “especial" recoge un conjunto de características especiales, pero es un adjetivo que no compartimos con el resto de individuos, al contrario, nos aísla.
En los centros de salud mental hay muchos pacientes que se creyeron especiales. En la borrachera del éxito hay muchos triunfadores que se creen especiales. Detrás de los atriles de las conferencias espirituales hay mucho pseudofilósofo que se creen especiales, como mensajeros de unas pautas sanadoras. En las sectas hay lideres que se saben especiales.
El lenguaje, herramienta capaz de abrir muchas puertas, a veces... encarcela.
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