El tamaño sí importa, y la pequeñez puede ser también una ventaja, según para qué. La de Andorra le permite ser el único estado conocido hasta ahora que ha empezar a hacer el test para detectar la presencia de la Covid-19 a todos y cada uno de los habitantes, y también a los trabajadores fronterizos que "suben" todos los días des del Alt Urgell.
Los primeros en someterse al análisis han sido ya los profesionales de la sanidad y de los cuerpos especiales, además de los voluntarios que colaboran en la organización.
Hace días que llegaron al Principado pirenaico los 180.000 tests adquiridos en China, y de los que se comprobó la fiabilidad antes de usarlos. Los lugares para practicar las pruebas han sido habilitados por cada común (órgano de la administración local) en diversos lugares del término, generalmente aparcamientos para que puedan llegar todos los miembros de cada núcleo familiar en coche, o a pie si no disponen de vehículo privado.
El resultado inicial se comunicará a los interesados que, en cualquier caso, serán citados quince días más tarde para una segunda comprobación. Entonces sólo quedarán obligados por el confinamiento los verdaderamente contaminados. Aunque ya hace semanas, desde antes de mediados del pasado abril, que se empezó a permitir las salidas a pasear y hacer ejercicio en días alternos a toda la población, y en franjas horarias según las edades y necesidades.
Poco a poco se han ido autorizando, también, diversas actividades comerciales y empresariales, además de las iniciales de la alimentación, las farmacias y las gasolineras. Siguieron las mercerías, modistas, electrodomésticos, electrónica... y por este lunes 4 de mayo, pasado el puente del primero de mayo, se anuncia la reanudación de la construcción.
En el momento de escribir, en las postrimerías de la semana, hacía cinco días consecutivos que no se detectaba ningún caso nuevo de contaminación, con un conjunto de cifras variables respecto del alcance de la pandemia. El conjunto de enfermos detectados han llegado a 747 desde la primera (aproximadamente el 1 por ciento de la población), de los que sólo 234 permanecen contaminados, mientras que los recuperados del todo son más del doble: 472. Quedan hospitalizadas 19 personas, de las cuales 10 en las UCIs. El dato negativo, sin embargo, es la de 44 defunciones, 25 de las cuales habían sido internadas en residencias, y con el doble de hombres que de mujeres.
A todo ello se ha añadido el resultado de un estudio de la universidad de Singapur, considerado uno de los países más eficientes en el control de la pandemia, que se ha atrevido a fijar las fechas en que acabará la pesadilla cada estado del mundo. Augura que será el 7 de agosto en España, dos días antes en Francia, pero el 3 de junio en Andorra. A pesar de la prudencia con la que ha acogido el augurio el gobierno andorrano, ya antes habían augurado una rápida recuperación del turismo y ya han comenzado conversaciones entre las ministros Teresa Ribera y Calvó, para aliviar pronto el bloqueo fronterizo.
Eso sí, los turistas españoles y franceses que puedan venir se les practicará el test del virus en la frontera, si no se han sometido al lugar de origen y llegan con un certificado de resultado negativo.
Escribe tu comentario