Una de las noticias de estos días es la muerte de Pau Donés, el famoso vocalista de Jarabe de Palo. El cantante y compositor ha muerto a los 53 años en su casa de Bagergue, en el Valle de Aran (Lleida), a consecuencia de un cáncer de colon extraordinariamente agresivo que le diagnosticaron en 2015. Más allá de su ejemplo de lucha valiente contra una enfermedad feroz, destacan sus valores de altruismo y humanismo que han llenado los medios de comunicación y sobre los que se han derramado y se derramarán ríos de tinta. No es necesario reiterar la innegable altura humana del personaje. Se merece todo homenaje que se le pueda rendir. En cambio, quiero hacer mención de algunas personas de su entorno. Junto a todo gran ser humano siempre hay personas que ha influido positivamente, y en el caso de Donés han sido un grupo de profesionales sanitarios del Hospital Vall d'Hebron y del Hospital Moisés Broggi.
Desafortunadamente, no tuve la suerte de conocer personalmente a Pau. Pero estoy seguro de que, en su generosidad, hubiera agradecido que también se hiciera mención de dos de los cirujanos oncológicos que le regalaron cinco años de vida que supo aprovechar magníficamente: el doctor Domenico Sabía médico adjunto que le intervino y el doctor Pedro Barrios jefe de servicio de Domenico y que ha sido el verdadero impulsor en Europa de la cirugía del cáncer con diseminación peritoneal que obró el milagro de alargar la vida de Pau.
Del primero, adjunto Departamento de Cirugía General y Oncología Quirúrgica del Hospital Moisès Broggi ha trascendido suficiente información en los medios de comunicación. Su amistad con el cantante rebasaba el ámbito de la confianza médico-paciente. Es bien conocido su excelente perfil profesional con una trayectoria que va desde el Hospital de la Universidad de Georgetown de Washington y el Departamento de Melanoma y Cirugía del Sarcoma en Milán hasta el Hospital Moisès Broggi, centro de referencia catalán del Programa de carcinomatosis peritoneal que lidera el doctor Pedro Barrios.
Y es de Pedro Barrios de quien quiero hablar. Hombre discreto, nada proclive a salir en los medios de comunicación, es merece un homenaje no sólo por el buen trabajo y dedicación con la que tuvo cuidado de Pau Donés, sino también por una trayectoria, desconocida por el gran público, que lo llevó a crear la magnífica escuela de cirujanos oncológicos donde en Domenico ha perfeccionado sus habilidades y conocimientos.
DE ALICANTE A CATALUÑA, PASANDO POR COLOMBIA Y LOS ESTADOS UNIDOS
Tengo el honor de ser amigo y compañero de Pedro Barrios. Es miembro de la misma cooperativa de médicos que yo y opera en el Hospital de Barcelona, un centro cooperativo sin ánimo de lucro, donde yo trabajo en la UCI. El postoperatorio de sus pacientes es impecable: pequeños milagros médicos que después de tantos años todavía me sorprenden. Y todo ello a pesar de que a menudo son casos extremadamente complicados de cirugía abdominal descartados como terminales por otros equipos quirúrgicos. Él y su equipo convierten un pronóstico de escasos meses de vida en años de supervivencia e incluso la curación.
La historia de humanidad, esfuerzo y entrega a los pacientes de Pedro Barrios parece una novela de ficción, pero es una realidad tan desconocida como fascinante.
En Pedro Barrios nace en Alicante en 1951 y vive en Colombia desde su infancia hasta su regreso a Barcelona para cursar los estudios de Medicina. Se licencia en 1975 y realiza la residencia de cirugía general en el Hospital de Bellvitge. A los 29 años obtiene la dirección del servicio de esta especialidad en el Hospital de la Cruz Roja de Hospitalet (Barcelona) que culmina en la creación de la segunda Unidad de Cirugía Oncológica de Cataluña, tras la desaparecida Unidad del Hospital de Sant Pau, obra del Dr. Tuca.
Realiza varias estancias internacionales en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, en el MD Anderson de Houston, en el Presbiteriano Hospital de Pittsburg y el Washington Cancer Institute que le permitieron ampliar conocimientos en áreas específicas de la oncología quirúrgica. De el funcionamiento de estos centros oncológicos de referencia destaca, entre otros aspectos, el modelo de relación médico-paciente que practican y que está basado en la profesionalidad médica y los derechos del paciente a la información y toma de decisiones, diferente al enfoque paternalista todavía extendido en nuestro país. Es capital su estancia con el Dr. Sugarbaker, con quien aprendió la innovadora técnica que suma en un único acto quirúrgico: cirugía radical, quimioterapia intraperitoneal e hipertermia regional (aplicación de quimioterapia intraperitoneal a 43º) y consigue una intensificación terapéutica que ha demostrado gran eficacia en el tratamiento de grupos seleccionados de pacientes con diseminación peritoneal del cáncer.
Posteriormente regresó al país y, desde entonces, esta línea de trabajo y su perfeccionamiento ocupa de lleno su actividad profesional hasta trasladarse a la Unidad y el Programa en el Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi, que consigue consolidar como centro referente regional y nacional de esta patología. Este fue uno de los hospitales que consiguió el pequeño milagro de alargar la vida de Pau Donés condenado por la enfermedad hace cinco años a sobrevivir unos pocos meses.
SOLIDARIDAD Y PRESIDENCIA DE MÉDICOS SIN FRONTERAS
Un perfil humano como en de Pedro reúne todos los valores de la profesión médica el compromiso, solidaridad, altruismo, integridad, honradez, empatía y compasión. No resulta extraño que su biografía incluya importantes episodios de trabajo solidario como el de la misión de colaboración con MSF trabajando en Etiopía durante la guerra de este país con Eritrea y la colaboración para la fundación de la sede española de esta organización. Durante años fue ampliando su participación con la organización compaginándola, a base de esfuerzo e ilusión, con su actividad quirúrgica especializada hasta ser elegido presidente la organización cargo que desarrolló durante 4 años. Su presidencia tendría algo que ver porque fueron unos años en que MSF recibió importantes premios como el Premio Nobel, el Premio Príncipe de Asturias para la Cooperación, el Premio por la Paz de la ONU, entre otros.
HUMANISMO Y PROFESIÓN MÉDICA
Lo más importante no es que Pedro Barrios acredite la serie más larga y exitosa de esta avanzada cirugía. Al menos desde mi perspectiva lo más admirable es su ejemplo. El ejemplo de una gran persona que entiende su vida a través de la vocación médica como una vocación humanista. Una visión humanista que sólo se entiende por servir a los demás y ayudar a los que más lo necesitan.
També he estat opera day pel doctor Barrios I el seu equip. No sé quants vides tindria que vitreous per ponder agraïr tot el que han fet per mi
Yo mismo le debo la vida al Dr Barrios por el mismo proceso y aprovecho para volver a agradecer!!
Excelent profesional, moltes gracies per tota la feina .
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