Como hoy es 8 de marzo y dado que el Gobierno de la nación sigue desviando la atención sobre lo que realmente interesa, montándonos broncas por las mascarillas o los desplazamientos perimetrales, incluso entre ellos mismos y hasta con la Iglesia. A mí me gustaría celebrar la fecha con una petición histórica: Quiero que, por una vez en este país, nuestras madres, hermanas, primas, vecinas y amigas, en definitiva todas las mujeres tuvieran, en nuestro país preferencia en la vacunación contra el coronavirus. Me da igual que sea ilegal. Deseo saber que, al menos, de esta manera, más de la mitad de la población estaría inmunizada contra el coronavirus, precisamente, visto lo visto la que padece una situación de riesgo más evidente, .Porque la verdad, al ritmo que vamos, esto de las vacunas por orden alfabético no va a finalizar hasta el 2022 o diciembre del 2023.
Vives y trabajas en la Unión Europea, y por supuesto pagas tus impuestos en ella: todos. O sea, el IVA, el IRPF, los impuestos autonómicos, los municipales etc. etc., pero cuando se trata de cumplir con los ciudadanos y ciudadanas, en este país las vacunas no aparecen. Pongo un ejemplo de proximidad. Mi única nieta que hoy cumple precisamente sus primeros 16 años va a un colegio inglés que nos cuesta una señora pasta, lugar de privilegio donde sus profesoras y profesores ingleses de origen, pero con residencia en Spain, terminan de recibir sus vacunas inglesas, se las manda su gobierno, el mismo que ha abandonado la Comunidad Europea .Las alumnas y los alumnos no, ya que a ellas y ellos les corresponde ponérsela a la Seguridad social catalana, versus española, versus europea. ¿Por qué esa discriminación en su propio país? ¿No recoge esta empresa inglesa sus beneficios en el país del aceite de oliva? ¿Y los gibraltareños, no han sido ya vacunados, mientras sus vecinos del Campo de Gibraltar más andaluces que la Giralda, siguen esperando por esas mismas vacunas?..
Por eso, al menos, le pido a los inútiles de nuestros gobiernos central, autonómicos y municipales que hagan como Israel, que se peleen con quien haga falta, especialmente con las farmacéuticas como ya ha hecho Italia, para que al menos, hoy en una fecha tan señalada, lleguen las vacunas para que todas las mujeres nos alegren la vista iniciando en serio la vacunación preferente de miles de ellas, sin excusas, sin demoras y sin palabritas del Niño Jesús. Vamos,… como las Infantas pero sin tener que viajar a Abu Dabi.
Sánchez, Aragonés, alcalde Carlitos menos trolas y más vacunas
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