Hasta el momento, la pandemia de SARS-Cov-2 ha afectado a tres millones de ciudadanos del país durante los últimos doce meses. Durante este período, relativamente corto, nos hemos enfrentado al coronavirus consiguiendo victorias inimaginables como disminuir la mortalidad cinco veces o implementar una decena de vacunas que conseguirán vencer la enfermedad en breve. Pero estos grandes éxitos no deben oscurecer otras pequeñas victorias que han sucedido muy cerca de nosotros. Una de ellas, desconocida por el gran público, es la gran efectividad de algunos programas de atención telefónica de los pacientes con Covid no grave que han asistido a los pacientes confinados a domicilio.
En este artículo, mencionaré un ejemplo tan paradigmático como cercano al que ya me he referido con anterioridad: el Programa de Atención Telefónica Continua de Assistència Sanitària.
No se trata de una iniciativa menor sino de un programa integral de diagnóstico y tratamiento a domicilio de pacientes con Covid que ya ha dado 1.100 altas sólo en la provincia de Barcelona.
Además, el programa tiene cuatro características que lo hacen un ejemplo a copiar por las Autoridades Sanitarias.
La primera es que se trata de un servicio especial, sin coste adicional, que ofrece una aseguradora que no es propiedad de holdings bancarios ni de aseguradoras privadas con ánimo de lucro sino de una cooperativa de 4500 médicos. Esta característica le confiere una visión desde la Economía Social única en el Sector Sanitario de nuestro país.
Una segunda característica es el diseño integral del proceso asistencial. Los médicos y los otros profesionales del programa se cuidan de todo: acuden a domicilio para hacer el Test Rápido de Antígenos en los pacientes que presentan sintomatología compatible y se cuidan de comunicar los positivo a Salud Pública y registrar los datos a el archivo de seguimiento telefónico. Así mismo, telefonean a diario a los pacientes detectando casos de fiebre persistente o desaturación de oxígeno que son trasladados al Hospital de Barcelona para hacer placas de tórax y marcadores Covid. También prescriben antitérmicos, antibióticos y todos los tratamientos necesarios para superar la enfermedad. Una vez acabada la cuarentena aconsejan a los pacientes que se sometan a una revisión post-Covid para asegurar un buen estado de salud.
Este último punto es la tercera característica del programa: la continuidad asistencial. El programa enlaza con los médicos de atención primaria para descartar o tratar en su caso la Covid persistente. Porque aún no se ha concienciado suficientemente a los ciudadanos sobre la importancia de una revisión médica post-Covid para una total recuperación. Es una revisión médica tan útil como imprescindible.
El programa incluye las recomendaciones post-alta del Documento para la atención integral del paciente post-Covid de la Sociedad Española de Directivos de la Salud que establece que el criterio clínico será determinante a la hora de programar el seguimiento y las pruebas o controles a realizar los pacientes dados de alta de la enfermedad por SARS-Cov-2.
Como recomendación general, a los pacientes que han pasado una Covid en domicilio (90%) se les hará una valoración clínica integral, una radiografía de tórax, una analítica de sangre (hemograma, bioquímica, coagulación) y una serología de anticuerpos IgG e IgM para Covid. En caso de persistencia de los síntomas, se recomienda el seguimiento cada tres meses para re-evaluación del paciente y de la pauta terapéutica. En caso de no detectar alteraciones ni síntomas que precisen de este seguimiento, se procederá al alta.
En el caso de pacientes que han requerido ingreso hospitalario y, especialmente en UCI, además se añadirán pruebas específicas como ecografía o TAC torácico, ecocardiograma ... etc. En este grupo de pacientes (10%) hay que considerar que los efectos del Covid-19 post-infección puede incluir tanto las complicaciones derivadas de la propia infección grave, como aquellas relacionadas con el ingreso hospitalario: la utilización de sistemas de ventilación mecánica u otros procedimientos invasivos, largos períodos de inmovilización, estancias en unidades de críticos o iatrogenia medicamentosa.
Nos enfrentamos a un nuevo tipo de enfermo, no conocido hasta el momento, que requiere de una atención integral y personalizada.
Lo que hemos vivido durante la pandemia de Covid-19 debería actuar como palanca de cambio para reforzar y transformar el Sistema Sanitario, invirtiendo más en Atención Primaria y Salud Pública para mejorar el actual modelo de asistencia sanitaria y sociosanitaria de cara al futuro post-Covid.
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