SARS-CoV-2 variante Delta (B.1.617.2): el enemigo que ha cambiado la guerra pandémica

Genís Carrasco

VÍDEO:Cvirus.- La variante sudafricana podría reducir considerablemente la protección de vacuna de Pfizer, según estudio

@EP


El interesante artículo "La variante Delta del Covid-19 es tan contagiosa como la varicela" publicado el 31 de Julio en Catalunyapress hacía mención a un documento interno del CDC norteamericano que afirmaba que "la guerra ha cambiado" con la aparición de esta mutación del virus.


El documento filtrado a la prensa fue reproducido por el diario The New York Times y presentaba una visión pesimista e, incluso, alarmista de las consecuencias de la propagación de esta variante más contagiosa que el MERS, el SARS, el Ébola o la gripe estacional.


Resulta sospechoso que un diario tan poco alarmista como The New York Times publique un documento confidencial en un momento en que parte de la opinión pública estadounidense se muestra contraria a la vacunación y que los negacionistas ganan terreno en ese país.


Más allá de la intencionalidad de la publicación y su tono casi apocalíptico, si leemos cuidadosamente el artículo original encontraremos cierta información útil y rigurosa que hay que explicar adecuadamente a los lectores.


Cada contagio es una oportunidad de mutación para el virus


Las mutaciones de los virus son una realidad incuestionable. Es su forma de adaptarse al huésped humano. Si un virus produce decenas de millones de infecciones tendrá decenas de millones de oportunidades de que se seleccionen las mutaciones más transmisibles y contagiosas (selección natural). Este es el caso del SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.


Cientos de variantes del SARS-CoV-2


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió de la aparición de variantes al final de 2020, algunas calificadas de preocupantes (Variant of Concern; VOC) por tener gran impacto para la Salud Pública. Algunas de las variantes de mayor interés son:


Variante Alfa (B.1.1.7) que fue una de las primeras documentadas por la OMS en septiembre de 2020 y dominante en la mayor parte de los Países europeos durante la primera y segunda ola.

Variante Beta (B.1.351) predominante en Sudáfrica y países vecinos pero poco prevalente en Europa.


Variante Gama (P1) predominante en América de Sur, especialmente en Brasil. Presente en numerosos países europeos aunque con baja frecuencia. En España, durante el mes de junio la secuenciación aleatoria mostró una prevalencia del 10%.


Variante Delta (B.1.617.2) que es la que ahora interesa más. Mayoritaria en la India y el Reino Unido desde abril de este año se ha ido extendiendo como predominante en Europa. Es un 60% más transmisible que la Alfa, que ya era un 50% más contagiosa que la cepa original china. Produce síntomas similares al resfriado común (dolor de cabeza, obstrucción nasal, picor de garganta, febrícula) y es menos frecuente la pérdida del olfato y la diarrea.


Además, la OMS advirtió el 24 de junio de que la existencia de una subvariante "delta plus" que contiene una mutación adicional que podría tener cierto impacto en la capacidad de los anticuerpos para acabar con el virus.


Informe del CDC: ni tanto ni tan calvo


El informe del CDC publicado por The New York Times es una mezcla de información científicamente sólida con otra fundamentalmente especulativa. Si lo que persigue es llamar la atención de la mitad de la población estadounidense aún refractaria a la situación epidémica, lo consigue si bien en un tono, en mi opinión, excesivamente alarmista: ni tanto ni tan calvo.


Hay suficiente evidencia científica para afirmar que la variante Delta (B.1.617.2) se comporta como un nuevo virus con 1.000 veces más capacidad de replicación, un tiempo de contagio por bioaerosoles de tan sólo 5-7 segundos y un periodo de incubación más corto que las anteriores variantes. También lo es que el virus es tan contagioso como el de la varicela. 


Cierto, pero obvian el hecho de que la varicela es una enfermedad casi erradicada con la vacunación infantil a los 12 meses y los 4 años. Otras expresiones son como las verdades del barquero. Son obviedades bien demostradas en la literatura científica como que los vacunados se pueden contagiar (si bien entre 4 y 12 veces menos que los no vacunados) o pueden transmitir el virus al ser portadores naso-faríngeos (pero en mucha menos frecuencia que los no vacunados).


En cambio, son totalmente especulativas afirmaciones como que la nueva variante es más letal que las anteriores o que quizás escape a la inmunidad vacunal. La evidencia científica disponible parece indicar todo lo contrario.


Prudencia y cumplimiento escrupuloso de las medidas de prevención


Vivimos momentos de esquizofrenia social. La mayoría de ciudadanos responsables conviven con dos realidades: la de playas y restaurantes repletos de gente alocada que actúa como si no pasara nada y la de los centros de salud, hospitales y UCI llenas de pacientes al cargo de voluntariosos profesionales al límite de su resistencia física y mental.


Son momentos de responsabilidad y solidaridad en que todos debemos tomar muy en serio las medidas de prevención (mascarilla, distancia interpersonal, higiene de manos y ventilación) que son totalmente eficaces para todas las variantes del virus.


Lo tenemos que hacer por el bien común, el de todos nosotros, y especialmente por las embarazadas, inmunodeprimidos, ancianos y todo el colectivo vulnerable que espera de nosotros un ejercicio de responsabilidad y altruismo.

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