Se cree que la Luna se formó cuando un protoplaneta del tamaño del planeta Marte colisionó con la Tierra primigenia hace unos 4.400 millones de años. Los escombros de esa enorme colisión que quedaron esparcidos por el espacio cercano al planeta se fusionaron poco a poco para formar la Luna.
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En el momento de su formación, la Luna estaba mucho más cerca de la Tierra, a tan solo 22.500 km de distancia, en comparación con los 402.336 km de media entre la Tierra y la Luna en la actualidad. Esto lo podemos apreciar en la forma de la Luna, la cara visible tiene muchas planicies y mares, estos son debidos a procesos volcánicos producidos cuando estaba muy cerca de la Tierra y provocado por intensas fuerzas de marea, sin embargo en la cara oculta hay miles de cráteres y pocos mares de lava, de echo la superficie de la cara oculta es más dura y gruesa que la de la parte visible que estuvo menos expuesta a fuerzas de marea. La Luna y la Tierra tienen un movimiento síncrono, es decir siempre vemos la misma cara de la Luna, esto es porque a la Luna te cuesta el mismo tiempo en rotar sobre su eje que su traslación alrededor de la Tierra.
Desde la formación de la Luna está se está alejando de la Tierra, a una velocidad de casi 4 cm por año, más exactamente 3,78 cm por año, en comparación y aproximadamente a la misma velocidad a la que crecen nuestras uñas durante un año.Sí se alejase muchísimo como para “escapar” de la Tierra, sin nuestro satélite natural la Tierra podría ralentizarse lo suficiente como para volverse inestable, pero esto llevaría miles de millones de años y es posible que nunca suceda.
La migración de la Luna lejos de la Tierra se debe principalmente a la acción de las mareas terrestres. La Luna se mantiene en órbita por la fuerza gravitacional que la Tierra ejerce sobre ella, pero la Luna también ejerce una fuerza gravitacional sobre nuestro planeta y esto provoca que el movimiento de los océanos de la Tierra forme un cierto abultamiento de marea.En un nivel básico, la gravedad de la Luna ejerce un arrastre sobre la Tierra que ralentiza su rotación, y la gravedad de la Tierra ejerce un tirón sobre la Luna que expande su órbita. Los dos efectos se equilibran conservando el momento angular.
Debido a la rotación de la Tierra, este abultamiento de las mareas en realidad se encuentra ligeramente por delante de la Luna. Parte de la energía de la Tierra girando se transfiere a la protuberancia de la marea a través de la fricción. Esto impulsa la protuberancia hacia adelante, manteniéndola por delante de la Luna. La protuberancia de la marea alimenta una pequeña cantidad de energía a la Luna, empujándola a una órbita más alta.
Este fenómeno es similar a la experiencia que uno siente en un tiovivo, cuanto más rápido gira, más fuerte es la sensación de ser lanzado hacia afuera.
Pero la energía ganada a medida que la Luna es empujada hacia arriba se equilibra con una reducción en la energía de su movimiento, por lo que una aceleración proporcionada por las mareas de la Tierra en realidad está frenando a la Luna.Si bien 3,78 cm puede no puede parecer mucho, esta pequeña diferencia durante un período de tiempo suficientemente largo podría afectar la vida en la Tierra, haciendo que el planeta se ralentice.
En la Tierra primitiva, cuando la Luna se formó, los días duraban cinco horas, pero con el efecto de frenado de la Luna operando en la Tierra durante los últimos 4.500 millones de años, los días se han ralentizado a las 24 horas con las que estamos familiarizados ahora, y continuarán desacelerándose en el futuro.
La duración de un día, o en otras palabras, la velocidad de rotación del planeta, juega un papel importante en su estabilidad. A medida que la rotación de la Tierra se ralentiza, todo nuestro planeta puede comenzar a tambalearse lentamente y esto tendrá un efecto devastador en nuestras estaciones. Tenemos las estaciones debido a la inclinación de la Tierra en un ángulo de 23 grados sobre su eje. Durante el verano, el hemisferio norte está inclinado hacia el sol, por lo que tenemos días más largos y un clima más cálido. Sin embargo, en invierno, el hemisferio norte se inclina lejos del sol, lo que nos da días más cortos y un clima más fresco
Proyectando hacia adelante, llegará un día dentro de 50 mil millones de años en el que la órbita de la Luna alcanzará su tamaño máximo. En ese momento, una órbita lunar durará 47 días. El período de rotación de la Luna también será de 47 días, lo que significa que un lado de la Tierra se enfrentará a la Luna en todo momento, al igual que un lado de la Luna actualmente se enfrenta a la Tierra siempre. Con todo el sistema sincronizado, la Tierra y la Luna ya no tendrán efectos de marea entre sí y la Luna dejará de alejarse.
La Tierra seguirá teniendo mareas, pero esta vez producidas por el Sol. Cuando la Luna deje de alejarse volverá hacia nosotros poco a poco acercándose tanto que se destrozará formando un anillo en unos 100.000 millones de años, pero claro hay un problema, y es que el Sol, nuestra estrella tendrá un final terrible mucho antes convirtiéndose en una gigante roja que arrasará nuestro planeta mucho antes de que la Luna se aleje y se acerque.
Realmente el sistema solar, la galaxia y todo es universo es realmente curioso e increíble.
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