Con la aprobación por mayoría parlamentaria absoluta y abrumadora de la ley del juego, cambia radicalmente el panorama de estos negocios en el país de los Pirineos. Hacía más de veinte años que estaba pendiente esta reforma legislativa profunda, con un objetivo fundamental, la creación de un casino, y otro muy importante: normalizar y regular las loterías y apuestas extranjeras, de un volumen proporcionalmente muy alto, que han sobrevivido y sobreviven en unasituación de tolerancia al margen de la legalidad.
Con la aprobación por mayoría parlamentaria absoluta y abrumadora de la ley del juego, cambia radicalmente el panorama de estos negocios en el país de los Pirineos. Hacía más de veinte años que estaba pendiente esta reforma legislativa profunda, con un objetivo fundamental, la creación de un casino, y otro muy importante: normalizar y regular las loterías y apuestas extranjeras, de un volumen proporcionalmente muy alto, que han sobrevivido y sobreviven en unasituación de tolerancia al margen de la legalidad.
El casino lo han visto como solución para sanear la economía andorrana y, incluso, financiar proyectos tan ambiciosos como la llegada del ferrocarril, desde finales del siglo XIX. El reavivó el primer gobierno Forné, antes de llegar a la mitad del siglo XX, pero su grupo parlamentario mismo lo descartó para no empeorar la consideración entonces de paraíso fiscal del Estado en los ámbitos internacionales.
Quién era portavoz de ese grupo, y ahora es el jefe de Gobierno, Antonio Martín, explica que ahora, que ya parece consolidada la salida de la lista de estos «paraísos», en los países vecinos y al conjunto de la OCDE, ha llegado la hora.
La argumentación es débil, con la que está cayendo sobre la imagen financiera y fiscal andorranas, y cuando se mantiene la imagen de los casinos como «máquinas de lavado de dinero». Unos cuantos, viendo el mdel de estos establecimientos en España, y sobre todo en Francia, nos tememos que sean un reino de las tragaperras, la modalidad que crea más ludopatía según los expertos y que atraiga .con el riesgo correspondiente- muchos más ciudadanos propios que turistas. Finalmente, con el que costó implantar la ley antitabaco en los lugares públicos en un país fabricante y trurístic, la ley prevé una excepción, para permitir el humo en los locales para jugar. El proyecto, sin embargo, parece que saldrá adelante, a pesar de los riesgos, la discriminación y la dudosa viabilidad de los grandes beneficios deseados.
Muy diferente es la legalización y regulación de los juegos y apuestas foráneos, que hasta ahora suponen un volumen enorme, a escala, sin dejar ni un euro a las arcas públicas y con una sobrecarga, en muchos de los casos, para los jugadores, con el excepción de las modalidades españolas con soporte informático, que tienen declaradas como sus pueblos del próximo Alt Urgell, ante la vista gorda que hacen los dos gobiernos.
Los importadores de «lotería nacional», en su mayoría de la Bruja de oro de Sort -más ahora, con el gordo de Navidad- y los cupones de los ciegos cobran a los clientes un diez por ciento del valor oficial por el «transporte».
Las buenas relaciones entre Martí y su homólogo español, Mariano Rajoy, que ha anunciado una visita oficial a Andorra el 8 de enero, con el gran regalo de Reyes bajo el braza que es el convenio contra la doble imposición fiscal, y misma ley, que prohibirá todos los juegos y apuestas no autorizados expresamente, favorecen la solución, de manera que se pueda jugar legalmente y, además de eliminar sobreprecios, quede una parte de beneficios en el país receptor.
Estos acuerdos abarcarían los juegos y loterías públicos españoles, la ONCE, las francesas encabezadas por la PMU y loalitzades el Pas de la Casa -y las lottos catalanas, más que sea por pura imagen, y no por beneficio, como apuntaba en su momento el responsable a la Generalitat, Xavier Civit. En casi todos los casos, los beneficios quedarían para los industriales, estatales o privados, de ambos lados de la frontera.
El elemento claramente diferenciador sería el beneficio de las modalidades de la organización de los ciegos españoles, con una finalidad totalmente benéfica, porque iría directamente destinado a los invidentes y otros discapacitados andorranas. Veremos si ley y negociaciones consiguen la cima en esta escalada que los estados vecinos han hecho hasta ahora imposible, porque a nadie le gusta compartir unos ingresos que hasta ahora han podido disfrutar en su totalidad.
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